lunes, 3 de enero de 2011

ALGO TAN SIMPLE COMO EL MIEDO

La libertad de expresión es un logro que no puede eliminarse nunca porque perderíamos algo básico de la democracia; si habla Belén Esteban ¿cómo no lo van a hacer los curas? Vale, aceptemos pues que la Iglesia Católica hable, se manifieste y venda su "verdad" como puede pero... ¿cuándo aceptarán que es únicamente "su verdad"? No es de recibo que un acto multitudinario, supuestamente religioso y con el beneplácito de las autoridades autonómicas, se convierta en una arenga política directamente en contra de las leyes progresistas que ha aprobado el PARLAMENTO, o sea con el respaldo de la mayoría de los españoles porque, les guste o no, la democracia funciona así.
Mi opinión es que todo radica en algo tan simple como el miedo, o lo que es igual a la conciencia adquirida, aunque parece que no aceptada, de que se les acabó el chollo ya. Cuando yo estudiaba en el colegio se nos enseñaba que uno de los poderes del Estado era "el clero", cosa que afortunadamente ha pasado a mejor vida. El clero debe tener poder en las iglesias y entre sus fieles. A mi no me interesa lo que piensen sobre la política, o sobre el aborto, o sobre el divorcio, etc., etc. Si me interesara iría a una iglesia a escuchar al cura, o compraría periódicos adictos, o escucharía radio y TV del régimen (del suyo, claro). Pero no, tienen que imponer, erre que erre, su doctrina para que no oses salirte del tiesto.
¿Por qué no le preguntan a las mujeres qué opinan del aborto? ¿o a los matrimonios que se han divorciado porque ya no se querían? ¿o a las madres/padres solteras/os con hijos? ¿o a los enfermos que deciden libremente que no se les conecte a una máquina?
¿Por qué no aceptan que hay personas diferentes a las que no les interesa el circo en el que se ha convertido el estamento Iglesia?
Tantos años intentando salir del yugo religioso para que ahora venga esta gente a imponernos sus ideas a sangre y fuego. ¡Mundo cretino!

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