martes, 14 de agosto de 2012

¡ODIO A LOS NAZIS!

Difícil, imposible diría yo, es explicar con palabras la repulsión que siento hacia los nazis y todo lo que tuvo (tiene) que ver con sus actos y su ideología. Esa impunidad, ese sadismo -extendido, desgraciadamente- a otros pueblos como los polacos y hasta los franceses-, ese absurdo sinsentido antisemita, ese complejo divino, hace que sea necesario recordar siempre las barbaridades que se cometieron durante (y antes de) la Segunda Guerra Mundial.
Empecé anoche a ver "La llave de Sarah", película fuerte que nos sumerge en una época oscura de la historia europea, en particular de la historia francesa y su vergonzante connivencia con el régimen nazi que ocupaba parte de Francia. Terminaré de verla hoy.
La Redada del Velódromo de Invierno, organizada del 16 al 17 de julio de 1942, fue la redada más importante realizada en Francia contra los judíos durante la Segunda Guerra Mundial. A esta redada se la conoce popularmente en francés como rafle du vel d’hiv debido al nombre popular abreviado (vel d'hiv) que los parisinos le daban al velódromo de invierno (vélodrome d'hiver) y se la llama así porque muchos de los arrestados fueron primero retenidos en ese velódromo, situado en el decimoquinto arrondissement (distrito) de París, antes de ser enviados a otras ciudades francesas y dirigidos más tarde a los campos de exterminio que la Alemania nazi tenía en el Este de Europa.
El velódromo de invierno de París todavía fue usado después de la guerra no sólo para practicar carreras ciclistas sino también para muchas otras actividades como desfiles de moda, competiciones ecuestres y corridas de toros.1 Fue demolido en 1959 y hoy en día, en su lugar, se encuentran las oficinas de un ministerio.
En julio de 1942 el régimen nazi, con el apoyo del Gobierno francés de Vichy y su policía, organizó la operación "Viento primaveral": una gran redada de judíos llevada a cabo en diversos países europeos. En Francia, el régimen de Vichy movilizó a la policía francesa para participar en esta operación. En París 9.000 policías y gendarmes tomaron parte en ella.
Los judíos franceses estaban fichados desde 1940 y las autoridades conocían, por tanto, sus direcciones. Las instrucciones2 del director de la policía municipal, M. Hennequin, el 12 de julio de 1942, fueron:
Los policías e inspectores, después de verificar la identidad de los judíos que tenían que arrestar, debían hacer caso omiso y no discutir las diferentes observaciones que les pudieran hacer.
No atenderán a su estado de salud. Todo judío arrestado deberá ser conducido al Centro primario.
Las detenciones deben ser efectuadas con la máxima rapidez, sin palabras inútiles y sin ningún comentario.
El 16 de julio de 1942, a las cuatro de la madrugada, 12.884 judíos fueron arrestados (4.051 niños; 5.802 mujeres; 3.031 hombres). Un número indeterminado de personas, prevenidas por la Resistencia francesa, o beneficiándose de la falta de celo de algunos policías, pudieron escapar de la redada.
Las condiciones del arresto fueron penosas: las personas arrestadas no podían llevarse más que una manta, un par de zapatos y dos camisas; después separaron a las familias, muchas de las cuales nunca volvieron a reunirse.
Tras el arresto, una parte de los judíos (los que no tenían niños) fueron conducidos en autobús al campo de Drancy (al norte de París). Otros fueron enviados al Velódromo de invierno (situado en el XV distrito), que sirvió como cárcel provisional (en 1941 ya había sido utilizado en otra redada). Cerca de 7.000 personas tuvieron que subsistir durante cinco días sin comida y casi sin agua; el que intentó huir fue fusilado en el propio campo. Una centena de prisioneros se suicidaron. Los prisioneros fueron conducidos a los campos de Drancy, Beaune-la-Rolande y Pithiviers, antes de ser deportados a los campos de exterminio alemanes.
Esta redada, por sí sola, representa más de una cuarta parte de los 42.000 judíos franceses que fueron enviados a Auschwitz en 1942, de los cuales sólo 811 regresarían al término de la guerra.
La unidad alemana responsable de esta iniciativa fue la Sección IVB4 de la Gestapo dirigida por Adolf Eichmann, cuyo delegados, los capitanes de las SS Alois Brunner, Theodor Dannecker y Heinz Rothke ordenaron a la Policía francesa iniciar la redada y concentrar a los miembros de la comunidad judía para enviarlos directamente a Auschwitz.
Los alemanes habían establecido inicialmente que la redada sólo incluyera adultos de ambos sexos, sin embargo, la policía francesa decidió incluir niños de 2 a 12 años solamente, los mayores de 12 años no fueron arrestados. Al aglutinar a más de 4.000 niños, éstos fueron separados de sus padres, que partieron por separado (hombres y mujeres) a Auschwitz y fueron concentrados en otros campos donde permanecieron por espacio de 3 días con agua y pan ocasionalmente.
Luego de los tres días de consulta, los alemanes decidieron transportar a los niños directamente a Auschwitz adonde llegaron sin selección ni proceso alguno, siendo enviados directamente a la muerte en las cámaras de gas.
Este cargo se mantiene aún sobre el Capitán SS Alois Brunner, quien se refugió después de la guerra en Damasco, Siria y donde podría haber muerto a principios de la década del año 2000.

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