domingo, 5 de mayo de 2024

LA SINRAZÓN


Éste es uno de los titulares en el periódico LA RAZÓN online. 
Los intelectuales responden al ministro, vaya un titular más casposo. Sin palabras.
Las corridas de toros, llámenlas "tauromaquia" o "los toros", no sólo no son cultura si no que son una salvajada. Vivimos los últimos estertores de "la fiesta", valga la redundancia, y estoy seguro que veremos su desaparición como conocemos ahora este tortura. Las estadísticas no mienten y cada vez acude menos gente a este espectáculo sangriento, por mucho que la derecha reaccionaria intente perpetuar esta costumbre tan bárbara. Hasta la caza del zorro en Inglaterra acabó prohibida.

HUMOR, REMEDIO INFALIBLE

 



VIAJE A VENECIA

Viaje con visita única a La Malcontenta, una de las villas de Palladio.

sábado, 4 de mayo de 2024

SIN (TODO) PALABRAS

 


2006

Recién mudado a Villa Augusta, año 2006.





DONDE HAY FORMA HAY ALMA


Ando leyendo un artículo del siempre maestro Muñoz Molina -luego lo copio- y me acuerdo de un whassap que recibí ayer acerca del último concurso público para plazas de profesorado que parece ha copado más del 50% profesores foráneos. Pregunto a un amigo profesor y me contesta: es difícil ponerse en uno de los lados.
Hace años, cuando era aún más ingenuo, tuve que informar una licitación pública para un parque infantil en Tenerife. Tras los cálculos oportunos llegué a una puntuación y concluí que tal empresa debía ser, "bajo el punto de vista técnico" (frase que escribiré hasta que me jubile, no sea que...), la adjudicataria. Antes de firmar el informe añadí una nota que decía, más o menos: "dado que la obra la conforman una serie de elementos que requieren de un alto mantenimiento y la adjudicataria está radicada en Galicia, no parece ser la mejor opción por razones de desplazamiento y...". Esta nota casi me cuenta el puesto; "¿pero cómo se te ocurre escribir esto en un informe técnico?", me recriminaron, las licitaciones son públicas.
Uno aprende rápido el funcionamiento de la Administración, créanme, aunque dicho esto no quiero decir que, en otra ocasión y bajo otras circunstancias, pudieran haberme felicitado. No fue en aquella ocasión.
Ahora que lo pienso, me pregunto ahora si en estos casi 20 años me habrán felicitado.
Volviendo a las plazas de profesores, somos los primeros en defender la libre circulación de nuestros hijos por Europa o nos indignamos con el Brexit, pero luego esperamos que sean profesores canarios los que enseñen a las nuevas generaciones. Difícil ponerse en uno de los lados, sí.

Defensa de los límites
La realidad nos enseña la necesidad urgente de aceptar la contención como punto de partida para una mejora racional de las cosas.
Antonio Muñoz Molina, 04.05.2024

La idea de que haya límites que no puedan o no deban cruzarse provoca en nuestro mundo un rechazo instintivo: límites en el comportamiento, en la expresión, en la velocidad, en la ambición, en el consumo. A cada momento la publicidad propone ventajas sin límites, disfrute ilimitado de datos, placeres sin límite, como en esos restaurantes de baja estofa americanos que invitan monstruosamente a comer hasta el hartazgo por un precio fijo: “All You Can Eat”. En esto, como en tantas otras ocasiones, se conjugan los intereses más rapaces y destructivos del capitalismo y las fantasías de emancipación radical y satisfacción instantánea de todos los deseos heredadas de Mayo del 68. El capitalismo quiere abolir cualquier límite al crecimiento y al beneficio; el mayodelsesentayochismo te anima a cumplir a cada momento y sin retraso ni control cualquier deseo: “Prohibido prohibir”.

A diferencia de las necesidades, cuyo catálogo es bastante reducido, los deseos pueden no acabarse nunca, y una vez obtenidos despiertan no el apaciguamiento de lo ya logrado, sino la ansiedad de lo que todavía no se tiene. Ese principio lo formuló Buda hace 25 siglos y lo estudian ahora con todo tipo de recursos científicos los inventores de adicciones. Como la imaginación sí tiene límites, quienes alcanzan el privilegio de poseerlo todo, sean capos del narcotráfico internacional o plutócratas de la tecnología, incurren en una penosa monotonía en sus adquisiciones desmedidas: coches de lujo, mansiones, relojes, islas privadas, yates, yates cada vez más grandes, yates tan grandes que han de ir acompañados de otros yates en los que se aloja el personal innumerable, yates con helipuertos. Como ni el yate más enorme les basta, se construyen cohetes y naves espaciales; como les enfurece someterse al límite humillante de la muerte, fundan clínicas y centros de investigación biomédica para alargar sus vidas. Leí en Financial Times que, a raíz de la pandemia de covid, se ha notado un aumento en la pasión adquisitiva de los megamultimillonarios, acuciados quizás por esa sombra de mortalidad y fugacidad de las cosas que también nos aflige a los seres humanos ordinarios.

A nuestra propia escala, cada uno puede ser como esos espíritus hambrientos que habitan uno de los infiernos de la mitología budista tibetana: no tienen sosiego porque la comida que devoran en vez de hartarlos les da más hambre todavía. Es asombroso que sabidurías tan antiguas contengan metáforas que expliquen con tanta precisión nuestro tiempo. Cualquier límite se ve como una restricción intolerable. Un poeta se revuelve contra los límites opresivos de la métrica y de la rima; un artista, contra el peso muerto de las tradiciones y contra las formas del arte académico. Que la poesía medida y rimada dejara de estar de moda hace más de un siglo, y que todas las tradiciones y convenciones académicas del arte no sean ya ni un recuerdo lejano, no menguan la conciencia arrogante de quien a estas alturas se sigue declarando en rebeldía contra ellas. La publicidad ha parasitado astutamente el lenguaje de las vanguardias: “Rompe las reglas”, dice un anuncio de telefonía móvil. Hace ya varias generaciones que no queda nada por transgredir, ni en las artes ni en las costumbres, pero la transgresión sigue mereciendo todo tipo de parabienes culturales y académicos, y hasta de subvenciones, y la norma, la forma, el límite, suenan a tedio y a represión. Los economistas llevan décadas burlándose de aquella idea de los límites del crecimiento que formuló en 1972 el Club de Roma.

Un límite que entre nosotros padece una forma particular de desprecio es el de los modales, las formalidades de la vida social, en lo privado y en lo público. Entre nosotros, la grosería de comportamiento y de palabra se glorifica como espontaneidad, y toda formalidad cortés parece hipocresía, y cuanto más soez es el lenguaje que usa un escritor, un periodista, un político, un ministro, más impresión da de autenticidad y compromiso. En nuestra desaliñada juventud creíamos que la forma era desdeñable porque lo importante era el fondo, y que importaba el contenido y no el continente, y así acabábamos en una confusión ética y estética que al cabo de tantos años se parece mucho a la que reina ahora mismo.

A todo el mundo, cuando es joven, le provoca rechazo la antigua expresión inglesa Manners before morals. Las buenas maneras, desde luego, no son más importantes que la decencia moral, pero están mucho más conectadas con ella de lo que parece, y su deterioro y su ausencia son señales no de emancipación, sino de discordia. Una cortesía universal e implícita la practica casi todo el mundo cuando se mueve por una red de metro o viaja en el autobús. Quien rompe el límite de las formas, hablando a gritos al teléfono, ocupando dos asientos con las piernas desplegadas, provoca una estridencia tan desagradable como la de una nota falsa en un violín. Cuando se ha vivido bajo las normas asfixiantes de una dictadura, hay un instinto natural de rebeldía contra todo límite. Pero en nuestro caso la dictadura terminó hace ya casi medio siglo; y los portugueses, que vivieron tan sometidos como nosotros, y que además llegaron a la libertad con una explosión de alegría que nosotros no conocimos, mantienen un respeto admirable por las buenas formas, que se manifiesta a cada momento en la vida diaria, y también, para nuestra vergüenza y envidia, en la vida pública.

“Donde hay forma hay alma”, dice Fernando Pessoa, que no encontró nunca la forma posible para el eterno borrador de su Libro del desasosiego. Como esos padres y madres que tardan tanto en aceptar el valor educativo de los límites, creo que esa educadora implacable que es la realidad nos va enseñando a todos, en cada ámbito de la vida, la necesidad urgente de aceptarlos, y no ya como estorbos inevitables, sino como puntos de partida para una mejora racional de las cosas. Delante de nuestros ojos se está desbaratando el delirio neoliberal y sesentayochista de la proliferación infinita de lo caprichoso y lo superfluo, de un crecimiento económico sin pausa que a lo que se parece es a la proliferación incontrolada de un tumor canceroso. Nada puede crecer indefinidamente: ni el número de turistas que llegan a una ciudad o a una isla, ni el agua potable que se consume en un país de desertificación y de sequía, ni los residuos de plástico que se arrojan al mar, ni las cantidades de comida en buen estado que acaban en la basura mientras millones de personas siguen muriendo de hambre, ni la ropa mala y barata que alguien se pone una o dos veces o no se pone nunca y acaba en esas cordilleras de harapos que van creciendo en el desierto de Atacama. Una abogada tenaz y valerosa, Teresa Vicente, impulsó la iniciativa popular gracias a la cual se reconocieron por primera vez en España los derechos no de una persona, sino de un don irremplazable de la naturaleza, el mar Menor de Murcia, un paraíso terrenal que ha estado a punto de convertirse, por culpa de los vertidos de residuos y fertilizantes, en un pantano inmundo de agua estancada y peces muertos. La ley justa promovida por Teresa Vicente marca los límites que aseguran la protección de lo que pertenece a todos, a los que vivimos ahora y a los que aún no han nacido, a los seres humanos y a las demás criaturas.

Pero no habrá una ley y ni siquiera un gran acuerdo que imponga los límites de la buena educación, las formas, la prudencia, a esa parte de la clase política y mediática que ya solo sabe usar el lenguaje para la arenga, la mentira y la injuria, para echar leña al fuego y celebrar con guasa cínica la furia de las llamas.

viernes, 3 de mayo de 2024

LICENCIADO, QUIÉN TE HA VISTO Y QUIÉN TE VE

Hace muchos años tuve Fiat Uno-Sport, aquél con "tunizado" de la época en forma deportiva, pequeños faldones laterales incluidos. Una mañana, al llegar a una obra, el encargado me paró: ¡eh! usted, ¿adónde va?
Yo... es que soy el arquitecto de la obra, contesté,
Ah, perdone, dijo mirando mi coche, no lo había reconocido. Pase, pase.
Luego me di cuenta, al salir de la obra, que mi coche estaba aparcado entre los de los encofradores, yesistas ferrallas, etc.: un Porches, dos BMW, un Mercedes, etc.


Los encargados de obra, sin estudios universitarios, ya cobran más que un arquitecto
Las empresas sufren la escasez de trabajadores con experiencia en oficios debido a las jubilaciones y falta de relevo generacional.
Alfonso Simón Ruiz, 02.05.2024
https://elpais.com/economia/2024-05-02/los-encargados-de-obra-sin-estudios-universitarios-ya-cobran-mas-que-un-arquitecto.html

Las compañías promotoras y constructoras de vivienda se están encontrando con un grave problema, la falta de profesionales experimentados que ejerzan de encargados de obra (quienes controlan los diferentes tajos) y los jefes de obra (habitualmente arquitectos técnicos), lo que ha provocado una elevada inflación en sus salarios. Tanto que han comenzado a superar lo que cobran los propios arquitectos que diseñan los edificios. “Es una auténtica desesperación para las empresas”, asevera Carolina Roca, presidenta de Asprima, la patronal madrileña de los promotores, sobre la escasez de trabajadores bregados en la construcción.

Un responsable de una de los principales promotoras del país indica que en los últimos meses han tenido casos de sueldos de encargados de obras (trabajadores habitualmente sin formación universitaria, con veteranía ganada a través de algunos de los oficios) con un sueldo anual de entre 65.000 y 70.000 euros, dada la experiencia para gestionar grandes proyectos. En el caso de jefe de obras, este directivo indica que ganan entre 70.000 y 90.000 euros. Y advierte de que el alza salarial es tan elevado que ya supera lo que cobra un arquitecto en la empresa, alrededor de 45.000 euros.

Igualmente, un directivo de otra gran promotora indica que un encargado de obra “con mucha experiencia y que trabaje para una empresa seria” podría sumar entre 45.000 y 50.000 euros de sueldo más un bonus de un 50%, lo que llevaría la retribución a alrededor de 70.000 euros. En el caso de un jefe de obra, esa cantidad es de 60.000 euros más el bonus.

Ignacio Miyar, gerente de construcción e inmobiliario en la empresa de selección de personal LHH Recruitment Solutions (Grupo Adecco), rebaja algo las cifras de sueldos de estos profesionales, aunque reconoce que se pagan nóminas por encima de convenio y que se ha vivido un alza salarial de hasta un 15% después de la pandemia. Así, para obras convencionales, indica que un encargado de obra gana entre 35.000 y 45.000 euros, y un jefe de obra entre 45.000 y 65.000 euros, según su experiencia.

El encargado de obra suele ser un trabajador que comenzó en algún oficio (albañil, encofrador, carpintero...) y que gracias a su experiencia coordina los diferentes tajos en la construcción del proyecto. “Son cruciales para las empresas”, opina Miyar. El jefe de obra, en su caso, tiene una labor más económica de la gestión operativa. Ambos perfiles son muy importantes para las compañías con el objetivo de que la edificación sea correcta, en plazos y sin sobrecostes.

“Hay mucha escasez de encargados, muchos se están jubilando y no existe un relevo generacional”, afirma Miyar. “El sector no resulta atractivo para los jóvenes, por eso es necesario el impulso a la industrialización”, afirma, respecto a que gran parte de los trabajos de edificación se comienzan a realizar en fábrica en un entorno más cómodo y seguro.

Miyar advierte de que, ante la escasez de estos perfiles, se está produciendo, además, un alta rotación y que muchos de ellos exigen subidas de sueldo para no cambiar de empresa. Respecto a las ubicaciones donde la carestía de estos trabajadores es mayor, el responsable de LHH señala al País Vasco, Madrid y las grandes ciudades de Andalucía, especialmente en la provincia de Málaga.

Así lo confirma Violeta Aragón, secretaria general de APC Málaga, la patronal provincial de promotores. “Falta mano de obra en general. Cuando llegó la crisis de 2008, mucha gente se fue a otros sectores. No se ha incorporado gente nueva, así que no hay perfiles con experiencia”. Esta responsable empresarial indica que en Málaga un encargado de obra está cobrando actualmente entre 45.000 y 50.000 euros, y un jefe de obra como máximo 55.000 euros. “El problema se acrecienta en Málaga”, reconoce, por el elevado ritmo de construcción especialmente en la Costa del Sol, y a donde llegan cuadrillas de otras provincias a trabajar en las obras.

Falta de interés en el sector

La caída del empleo en la construcción ha sido exponencial. En 2008, tras el estallido de la burbuja del ladrillo, el número de ocupados en el sector pasó de casi 2,7 millones a 1,4 millones en el primer trimestre de 2024, según los datos de afiliación a la Seguridad Social.

Roca, la presidenta de la patronal madrileña, confiesa que las plantillas se han envejecido y cuesta mucho renovarlas tras la jubilación de los más experimentados. “Los responsables y los jefes de obras son los perfiles más deseados y prácticamente todos los headhunters trabajan en encontrar candidatos”, detalla.

“Al sector nos queda una labor muy dura por delante. Tenemos que hacer ver a los jóvenes que la formación profesional es una carrera muy interesante”, afirma Roca. Esta empresaria indica que, a su parecer, los trabajos en las obras ofrecen buenas salidas laborales, un buen convenio sectorial y un horario laboral compatible con la conciliación familiar. “Veo más duro y peor pagado el trabajo en la restauración, además de tener mucha más inestabilidad. Pero no somos capaces de poner en valor nuestro sector”, asevera.

Aragón, de la patronal malagueña, destaca que incluso en el caso de los perfiles universitarios, los de los jefes de obra (arquitectos técnicos), muchos dejaron el sector, se jubilaron o se fueron de España. “Faltan perfiles técnicos con experiencia”, agrega. Coincide con ella Roca: “Muchos arquitectos técnicos no tienen ganas de entrar en las obras y apuestan más por el diseño y la gestión”.

Devaluación del trabajo de arquitecto

Fernando Landecho, vocal de la junta directiva del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), comprende que haya perfiles en la obra que cobren más que los arquitectos por la devaluación de los sueldos de estos últimos profesionales. Señala que en las profesiones creativas se tiende a la precariedad. “Muchos nos sometemos a la autoexplotación por el entusiasmo que mostramos con lo que nos gusta. No valoramos suficientemente la retribución económica”, explica, citando la tesis de la autora Remedios Zafra en su libro El Entusiasmo.

El vocal del COAM indica que un arquitecto en nómina puede comenzar a cobrar en su carrera unos 27.000 euros, según marca el convenio de la ingeniería. “Hay una devaluación aún mayor del trabajo del arquitecto por cuenta propia”. Destaca como causas el alto número de arquitectos, la competencia “e incluso intrusismo” en algunos trabajos, la “desvalorización social”, la falta de hábito de las empresas para pagar trabajos creativos y la sobrelegislación que provoca más faena a estos profesionales sin más remuneración. Por ello, propone la recuperación de unas tarifas mínimas impuestas por el Estado, desaparecidas tras la liberalización de 1996.

Landecho califica como “un sinsentido” que los encargados de obra cobren más que un arquitecto, “por una cuestión de formación y responsabilidad”. Un informa del Consejo Europea de Arquitectos (ACE, en sus siglas en inglés), recoge en un informe de 2022 que los arquitectos ganan una media de 29.211 euros al año en España y 19.474 euros en el caso de los autónomos.

“Esto sucede por el grandísimo desequilibrio que hay en el sector. No tiene lógica”, aporta Roca, presidenta de Asprima. “El número de arquitectos sigue siendo el mismo que cuando construíamos 250.000 casas o más y ahora apenas llegamos a las 100.000. Ahí es donde hay un desfase y provoca que los honorarios no se adapten a su esfuerzo formativo”.

jueves, 2 de mayo de 2024

FLÓREZ

Un poco de ópera para este jueves con sabor a viernes ¿o será a lunes?

Rossini, "Le Comte Ory" (Juan Diego Flórez)
*Que les destins prospères.

TODAY

 

La realidad supera a la ficción, dicen, y nada responde más a la verdad. Si no, vean esta serie altamente recomednable, "Years and Years" y tiemblen.
Poco más que decir.
Por cierto, a día de hoy se puede ver en M+. De nada.

miércoles, 1 de mayo de 2024

AUSTER (I♥NY, HE♥♥NY)


Cinco novelas imprescindibles de Paul Auster
Nueva York es un personaje fundamental en la obra del escritor estadounidense, cuyas tramas jugaban con el azar y hablaban de amor y amistad.
Andrea Aguilar, 01.05.2024

Publicó su primer libro de poemas hace medio siglo y su primer ensayo, La invención de la soledad en 1982, pero fue con sus novelas a lo largo de esa década y de las siguientes cuando el fenómeno Paul Auster surgió. Su estancia en Francia en su juventud marcó su visión literaria, pero pocos autores están tan mimetizados con una ciudad, un lugar tan diverso y legendario como Nueva York, al que Auster —fallecido este 30 de abril a los 77 años— ha dedicado su obra, no solo novelas, también ensayos como el que escribió sobre el poeta y escritor Stephen Crane, o películas como Smoke. El azar, la soledad, el amor, la melancolía, los miedos y la locura o la amistad son piezas indispensables en las historias de Auster, en las que hay guiños a grandes obras de la literatura y juegos metaliterarios, pero sin divagar ni ahuyentar al lector. Sus libros fueron publicados en español por Anagrama, pero en 2011 Seix Barral se hizo con el catálogo y poco después con los derechos de sus nuevas obras.


La trilogía de Nueva York (Seix Barral). Tres libros publicados a mediados de los ochenta, Ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada, conforman este volumen con el que Paul Auster saltó a la fama. Una historia de detectives, misterio y literatura, que demuestra que la trama no está reñida con la metaliteratura, que un autor puede fabular y hablar al lector tirando abajo esa cuarta pared, jugando abiertamente con la realidad, la ficción, el misterioso azar y la locura, sin renunciar a algo tan clásico y entretenido como una historia de detectives. En la primera de las tres entregas aparece el propio Paul Auster y el Quijote de Miguel de Cervantes.

El palacio de la luna (Seix Barral). La ciudad donde Auster vivió la mayor parte de su vida, Nueva York, la universidad de Columbia donde estudió y los misterios familiares del joven Marco Stanley Fogg recorren esta novela. Una bildungsroman o novela de formación en la que el protagonista huérfano quedará desamparado al perder a su tío Victor y tendrá que intentar sobrevivir en Manhattan, descubrirá el amor con Kitty Wu y la amistad con Zimmer, y será contratado por un misterioso anciano que lo que realmente quiere es que escriba su obituario. El azar, el enredo familiar y el lado más humano y cotidiano de la gran ciudad.

El libro de las ilusiones (Seix Barral). Considerado por el reputado crítico James Wood como la mejor de sus obras de ficción, Auster retoma en esta novela al personaje de Zimmer de El palacio de la luna. Él es el protagonista de esta historia en la que la soledad, el aislamiento, la obsesión y el duelo son el punto de partida. La pérdida de su familia en un accidente acaba por llevar azarosamente al profesor Zimmer hasta la historia de un actor de cine mudo en paradero desconocido. Escribir sobre él ayudará a desentrañar el misterio y a sanar las heridas que el protagonista logrará cerrar gracias a su contacto con el actor. Memorias de ultratumba de Chateaubriand que Zimmer pretende traducir resplandece al fondo de esta novela.

Brooklyn follies, (Seix Barral). Nadie mejor que Paul Auster ha representado al escritor en Brooklyn, el borough que él y su esposa, la autora Siri Hustvedt, convirtieron en meca chic literaria desde su casa en Park Slope. En esta novela, situada en Brooklyn, Auster vuelve sobre algunos de los temas que marcan sus novelas: el encuentro de dos solitarios, la amistad como tabla de salvación, el azar, y el miedo a enfrentarse a la vida.


4, 3, 2, 1 (Seix Barral). Cuatro versiones de una misma vida, la de Archie Ferguson, reunidas en esta gran novela de más de 900 páginas, publicada en 2017 y en la que Auster trabajó durante siete años. El orden de los factores sí altera el producto de una vida, pero ¿qué detalles pueden cambiar el desenlace de una biografía? Auster lanza los dados y va cambiando la historia de ese muchacho judío de Nueva Jersey, sus padres, sus años universitarios, sus amores... Todo es fortuito, lo que pensamos, lo que votamos, lo que queremos, parece afirmar este libro con el que Auster fue nominado al Booker y demostró la fuerza de su imaginario.
El Brooklyn de Paul Auster.


                                                 Puesto de un mercado junto a Grand Army Plaza, en Brooklyn






LULA Y SOMI

 Tegueste, Tenerife.

VILLA AUGUSTA

El Ortigal (La Laguna), Tenerife.


QUE TE VOTE TXA...

 

UNA MÁS DE LA FAMILIA, DEP


Muere la periodista Victoria Prego, retratista de la Transición
Su serie documental sobre las postrimerías del Franquismo y la restauración de la democracia es un referente audiovisual que recogió la memoria de ese convulso tiempo en la historia de España.
EL PAÍS, 01.05.2024

La periodista madrileña Victoria Prego ha fallecido esta madrugada a los 75 años. Destacada cronista de la Transición Española, Prego estudió Ciencias Políticas y Periodismo. Tras unos primeros trabajos en El Alcázar, Informaciones y la Agencia EFE, entró en 1974 en TVE, donde se ocupó de la información internacional, fue corresponsal en Londres y presentó varios programas, entre ellos el espacio de entrevistas “Españoles”. Logró un gran éxito con la serie documental La Transición, un referente televisivo que aborda desde el asesinato de Carrero Blanco hasta las primeras elecciones democráticas en 1977. Prego fue la subdirectora del proyecto y presentó sus 13 capítulos, concebidos entre finales de los años 80 y mediados de los 90. Estrenada en 1995, la serie cosechó destacadas audiencias y se recopiló posteriormente en sendas colecciones de vídeo y DVD. Hoy sigue siendo objeto de estudio y divulgación sobre aquellos convulsos años en la historia de España.

Moderadora y tertuliana en diversos canales, presentó tertulias políticas nocturnas en radio Voz, dirigió el informativo nocturno de Onda Cero y en el año 2000 se incorporó al periódico El Mundo, donde llegó a ser adjunta a la dirección. Durante los últimos años de su carrera, ha ejercido como adjunta al director del medio El Independiente, dirigido por Casimiro García-Abadillo y a quien ha acompañado desde su lanzamiento en 2016. También ha colaborado en programas como Protagonistas, Los desayunos de TVE o La Linterna. Prego, que ha escrito Diccionario de la Transición, Los presidentes y otros títulos dedicados a Alfonso Suárez, Calvo Sotelo, Felipe González y José María Aznar, fue investida doctora honoris causa por la Universidad Rey Juan Carlos. A lo largo de su trayectoria, ha recibido galardones como el Premio de Periodismo 2013 de Honor de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM, de la que fue presidenta entre 2015 y 2019), el Premio Fundación Independiente de Periodismo Camilo José Cela y la Medalla de Plata de Documentales Históricos del Festival de Nueva York. La Junta Directiva de la APM ha manifestado su “profunda tristeza ante la irreparable pérdida”, ha transmitido su pésame a los familiares, amigos y compañeros, y ha agradecido “su total entrega profesionalidad y buen hacer” durante su presidencia de la Asociación.


La actual presidenta de la APM, María Rey, ha destacado en declaraciones al canal 24 horas de TVE la “claridad y contundencia” de Prego, además de ser “amable y cercana, serena y humilde”. Rey ha subrayado “su aportación fundamental para cualquier periodista y cualquier ciudadano” que supone la serie La Transición. “Es de los pocos profesionales que tiene una trayectoria redonda en todos los ámbitos”, ha concluido Rey. El periodista Fernando Ónega ha recordado también en declaraciones a TVE el trabajo de investigación que llevó a cabo con La Transición, así como su labor de cronista y analista política. “Victoria fue la suma de ambas cosas”. El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ha destacado en su cuenta de X (antes Twitter) “su excelente crónica televisada de la Transición, que ya es parte de nuestra historia democrática”.


Discurso íntegro de la presidenta de la Asociación de la Prensa, premio Luca de Tena

Majestades, presidenta del Congreso, presidente del Tribunal Constitucional, vicepresidenta del Gobierno, ministros, presidenta de ABC, presidente de Vocento, queridos amigos:

Les aseguro que este Premio Luca de Tena que ABC ha tenido a bien otorgarme tiene para mí un valor especialísimo, que voy a explicar.

Este Grupo Vocento será siempre para mí lo que ha sido desde mi infancia mi adolescencia y los comienzos de mi juventud: será ABC, Prensa Española, será Serrano 61, Torcuato Luca de Tena, Guillermo Luca de Tena, será Luis Calvo, Alfredo Marqueríe, Andrés Fagalde…

Esos nombres son nombres que están en mi memoria y forman parte de un tramo importante de mi biografía. Y eso es porque mi padre, Adolfo Prego, periodista y dramaturgo, crítico de teatro en ABC, dedicó muchos años de su vida a trabajar en esta Casa. Por eso, en nombre de mi padre y en el mío, os doy muy profundamente las gracias por este premio. Porque estoy segura que, allá donde esté, él se sentirá encantado de ver como su Casa honra a su hija.

Dicho esto tengo que añadir que pertenezco a una generación privilegiada de periodistas que ha ejercido su profesión en el centro mismo del periodo más brillante y más honroso de la Historia contemporánea de España. Éramos jóvenes, fuertes y sabíamos que el futuro era nuestro. Y así, asistimos a la desaparición del franquismo y presenciamos, y contamos, el nacimiento de la democracia; vivimos en directo, y relatamos, la reconciliación de las dos Españas, unidas por fin en una sola cuando asistimos en julio de 1977 a la solemne sesión de apertura de aquellas primeras Cortes democráticas.

Vivimos, y contamos también, el reconocimiento por las leyes españolas de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Y por si eso fuera poco, tuvimos el respeto y la consideración de los ciudadanos, que nos otorgaban un crédito que ahora escatiman a los periodistas de hoy.

Yo formo parte de esa generación y por eso digo que soy una privilegiada.

Por eso y porque, en la recta final de mi camino profesional, esta Casa, la Casa de mi padre, me distingue por haber hecho lo que no sabría nunca dejar de hacer: periodismo; sólo periodismo.

¿Quién podría pedir más?

Muchísimas gracias.

PAUL AUSTER, RIP


Muere a los 77 años el escritor estadounidense Paul Auster
Guardián del pasado literario de Brooklyn y de la generación heredera de Faulkner, el narrador falleció de cáncer en Nueva York tras unos años marcados por la tragedia de la muerte de su nieta y su hijo.
María Antonia Sánchez-Vallejo, 01.05.2024

El escritor estadounidense Paul Auster ha muerto este martes en Nueva York a los 77 años consecuencia del cáncer de pulmón que padecía, cuyo diagnóstico anunció públicamente hace un año su esposa, la también escritora Siri Hustvedt. Su muerte se produce pocos meses después de publicar Baumgartner, la novela en la que repasa cinco décadas de escritura y que constituye su testamento literario. Reconocido internacionalmente, tanto por su literatura como por sus incursiones en el cine —como la película Smoke, con Harvey Keitel en el papel protagonista—, autor de la aclamada Trilogía de Nueva York o la novela río 4 3 2 1, el carismático escritor y patrón laico de su barrio de adopción, Brooklyn, recibió numerosos premios —entre ellos el Príncipe de Asturias en 2006— aunque siempre le fuera esquivo el Nobel. Pero fue sobre todo el reconocimiento de la crítica —el suplemento literario del británico Times lo calificó como “uno de los escritores estadounidenses con una inventiva más espectacular”— el que forjó su estatura de gigante de las letras.

Aunque originario del Estado vecino de Nueva Jersey, Auster fue una de las luminarias de la escena cultural neoyorquina, de la que se retiró tras ser diagnosticado de cáncer. Visiblemente desmejorado incluso antes de conocerse la enfermedad que padecía, sus cada vez más contadas apariciones públicas, como por ejemplo el homenaje de autores a su amigo Salman Rushdie, víctima de un atentado en agosto de 2022, hacían presagiar un debilitamiento de su estado, que el doble mazazo familiar que sufrió al perder a su nieta y a su hijo en un breve periodo de tiempo, acabó de minar.

Novelista prolífico, escritor de memorias y guionista cuya fama eclosionó en la década de los ochenta con su reinvención posmoderna de la novela negra, Auster era descrito a menudo como una “superestrella literaria” en los medios de comunicación. Ligado a los ritmos de su ciudad adoptiva, que también fue un personaje en gran parte de su obra, permaneció fiel sobre todo a Brooklyn, donde se instaló en 1980 entre las calles bordeadas de robles de las brownstones, o tradicionales casas de piedra rojiza que constituyen la tipología de la zona de Park Slope, su barrio. A medida que crecía su reputación, Auster pasó a ser considerado un guardián del rico pasado literario de Brooklyn, de raigambre judía, y también el principal recambio de la generación que heredó al coloso Faulkner, con Philip Roth a la cabeza.

“Paul Auster era el novelista de Brooklyn en los años ochenta y noventa, cuando yo crecía allí, en una época en la que muy pocos escritores famosos vivían en el barrio”, ha declarado al diario The New York Times la escritora y poeta Meghan O’Rourke, criada en un barrio cercano al de Auster. “Sus libros estaban en las estanterías de todos los amigos de mis padres. De adolescentes, mis amigos y yo leíamos ávidamente su obra tanto por su extrañeza —ese toque de surrealismo europeo— como por su cercanía”.

Ese toque europeo le convirtió, como a Woody Allen y sus películas, en un creador especialmente apreciado en el Viejo Continente. En Francia —vivió de joven en París— ganó varios premios literarios y se convirtió en uno de esos contados estadounidenses que los franceses acogen como a un hijo adoptivo. “Auster es una estrella del rock en París”, escribió en 2007 la revista New York.


En el Reino Unido, su novela 4 3 2 1, publicada en 2017 y que ofrece cuatro versiones paralelas de los primeros años de vida de su protagonista —Ferguson, un niño judío nacido en Newark en 1947—, fue preseleccionada para el Premio Man Booker. Otro paralelo con el gran Roth, tal vez el padre literario al que nunca quiso matar para abrirse paso en el mundo de las letras: ambos con raíces judías y de Nueva Jersey.

Su carrera despegó en 1982, con sus memorias La invención de la soledad, una inquietante reflexión sobre su distante relación con su padre. Su primera novela, Ciudad de cristal, fue rechazada por 17 editoriales antes de ser publicada por un pequeño sello californiano en 1985. El libro se convirtió en la primera entrega de su obra más célebre, Trilogía de Nueva York, más tarde reunidas en un solo volumen. Fue una de las 25 novelas neoyorquinas más significativas de los últimos 100 años según un suplemento de estilo de The New York Times.

Ciudad de cristal es la historia de un escritor de novelas de misterio que se tambalea por una pérdida personal —un tema siempre presente en la obra de Auster, primero la de su padre y luego, en el último tramo de su vida, la doble tragedia de su nieta y su hijo a consecuencia de la adicción a las drogas de este― y que, a través de un número equivocado, es confundido con un detective privado llamado Paul Auster. El escritor comienza a asumir la identidad del detective, perdiéndose en un trabajo de investigador de la vida real mientras desciende hacia la locura.

Auster decía a menudo que prefería a Emily Brontë antes que a cualquier contemporáneo; evitaba los ordenadores y escribía a menudo con pluma estilográfica en cuadernos. Utilizaba luego su antigua máquina de escribir Olympia para mecanografiar sus manuscritos. Inmortalizó la máquina en su libro de 2002 La historia de mi máquina de escribir. Ejemplo de clásico moderno, o de moderno con maneras muy clásicas, Auster estaba casado con la escritora y ensayista Hudsvedt, también galardonada con el premio Príncipe de Asturias. En una publicación en la red social Instagram, la autora reflexionó sobre las paradojas que plantea acompañar a un enfermo y sobre la dureza de los tratamientos: “Vivir en un lugar llamado Cancerland”.

martes, 30 de abril de 2024

MAR MENOR, YO ACUSO


La abogada que impulsó la ley que da personalidad jurídica al mar Menor gana el premio Goldman, el Nobel del ecologismo
Teresa Vicente asegura que gracias a esta norma la laguna murciana está ya representada en tres procesos judiciales como acusación particular y está “ejerciendo sus derechos”.
Virginia Vadillo, 29.04.2024

Teresa Vicente, la abogada y profesora de la Universidad de Murcia que ideó, promovió y logró que se aprobara la ley que reconoce la personalidad jurídica del mar Menor y lo considera un sujeto con derechos propios, ha recibido este lunes en San Francisco (Estados Unidos) el premio Goldman, considerado el galardón más prestigioso para los defensores del medio ambiente, el Nobel del ecologismo. Este premio reconoce cada año a seis “activistas ambientales de base”, uno por continente, por su lucha en la defensa de la naturaleza. Vicente (Lorca, 61 años), es este año la ganadora del Goldman por Europa, y es la segunda española que se cuela en esta lista desde que se conceden los premios en 1990: el primero fue el aragonés Pedro Arrojo, en 2003.

No es tampoco la primera vez que la experta en Derechos de la Naturaleza recoge un premio por el impulso de esta ley 19/2022, de 30 de septiembre, para el reconocimiento de personalidad jurídica a la laguna del mar Menor y su cuenca, como se denomina oficialmente, aunque sigue siendo conocida por todos en la Región de Murcia simplemente como “la ILP del Mar Menor”, porque partió de una iniciativa legislativa popular. 639.826 personas dieron su firma para llevar al Congreso de los Diputados un texto legal que reconoce esta laguna salada como un “sujeto de derecho” y que determina que cualquier persona está legitimada para defenderla y acudir a los tribunales en nombre del ecosistema “como la verdadera parte interesada”.

En una entrevista con EL PAÍS con motivo de este galardón, la abogada reconoce que es un concepto difícil de explicar porque la sociedad no ha interiorizado todavía que el modelo de la “justicia social”, que reconoce los derechos humanos, no ha evolucionado al mismo ritmo que el conocimiento científico: aunque la ciencia ha demostrado que el ser humano no puede vivir sin la naturaleza, todavía no le ha concedido derechos o lo ha hecho en contadísimas ocasiones. En Europa, no hay ningún otro ecosistema que tenga derechos propios, y en todo el mundo son apenas media docena. Vicente se felicita de haber logrado ese hito en un “tiempo récord”, y considera que fue posible porque, en un momento de total colapso del mar Menor, con la aparición de la denominada “sopa verde” primero y el dantesco espectáculo de las toneladas de peces muertos por falta de oxígeno después, una buena parte de la sociedad murciana sintió eso que define el artículo 6 de la ley, el más importante para la abogada: “Que todos somos el mar Menor”.

”En el momento que surge el movimiento social en defensa de la laguna, en 2019, muchas personas se movieron por su emoción al ver con claridad que el mar Menor de sus recuerdos ya no existía”, detalla Vicente, que lleva estudiando el ámbito de la justicia ecológica desde los años 80. El texto de la ILP fue redactado por ella, a raíz de una estancia en el Centro de Justicia y Clima de la Universidad de Reading (Inglaterra), para estudiar cómo otros países habían dado derechos a los ecosistemas. Como incide, cuando se lanzó la ILP en Murcia tuvo un enorme éxito, “porque era justo lo que la sociedad quería oír: que el mar Menor tenía derechos”.

Desde que empezaron a recogerse las primeras firmas, en el verano de 2020, en plena pandemia del coronavirus, “cuando la gente tenía miedo hasta de coger un boli”, han pasado casi cuatro años en los que Vicente resalta otros dos logros para la protección de este ecosistema: la aprobación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica de un Marco de Actuaciones Prioritarias dotado con más de 675 millones de euros para intervenciones de recuperación, y la creación de una ley autonómica de protección y recuperación de la laguna que impuso importantes restricciones a las explotaciones agrícolas de la zona para tratar de evitar los vertidos contaminantes a sus aguas.

Con la entrada de Vox en el Gobierno murciano tras las elecciones de mayo de 2023, esta ley regional se ha visto cuestionada: el partido ultra prometió en campaña que la reformaría para abrir la mano con la agricultura y derivar responsabilidades hacia los municipios. El pasado 17 de abril, tras un intenso debate en la Asamblea Regional de Murcia, la propuesta de Vox fue rechazada, pero el socio mayoritario del Gobierno, el PP, se abrió por primera vez a cambiar la ley proponiendo una comisión de expertos para hacer un nuevo texto. Para Vicente, aunque cambie la ley autonómica “no se debe dar un paso atrás” en la protección de la laguna porque la ILP ha marcado “un cambio radical de modelo”. Como destaca, la protección de este valioso ecosistema ya no es una idea que dependa de uno u otro partido político, pues “es un derecho subjetivo del propio mar Menor”. Cualquier persona podría ir a los tribunales y defender esos derechos frente a un hipotético cambio legal que bajara su índice de protección, advierte.
Un mar que ejerce sus derechos

La unidad social en torno a la ILP fue un hito, pero el verdadero logro para la abogada es que, desde su entrada en vigor el 3 de octubre de 2022, la norma ha comenzado a “utilizarse”: el mar Menor ya está representado en tres procesos judiciales como acusación particular y está “ejerciendo sus derechos”. El juez de instrucción número 4 de Cartagena ha sido el primero en ofrecer a la laguna salada, como ente jurídico con derechos propios, la posibilidad de personarse en esos tres procedimientos, que están relacionados con la contaminación ambiental por vertidos mineros y agrícolas. En uno de ellos, la Audiencia Provincial de Murcia determinó que las personas que se habían erigido en acusación particular para ejercer los derechos del mar Menor, entre ellas, la propia Vicente, eran en realidad acusaciones populares. El mar Menor, como sujeto de derechos, ha presentado un recurso de amparo apelando a la tutela judicial efectiva ante el Tribunal Constitucional en contra de esa resolución.

Para Vicente, la ley es ya imparable, pero no se conforma con ello y considera que “el siguiente paso debe ser una Declaración Universal de los Derechos de la Naturaleza que complemente a la Declaración Universal de los Derechos Humanos del siglo pasado, y ambas deben caminar juntas”, señala. Ella ya ha hecho esa propuesta en la Asamblea General de Naciones Unidas en dos ocasiones de la mano de la ILP. Lograr esa declaración universal, considera, supondría el auténtico cambio de paradigma a nivel mundial para conseguir una evolución del actual modelo de justicia social a otro que incluya también la justicia de la naturaleza.

En esta edición de los Premios Goldman de medio ambiente, además de Teresa Vicente por Europa, han sido premiados por África los activistas indígenas Nonhle Mbuthuma y Sinegugu Zukulu, que lograron que no se llevaran a cabo pruebas para la detección de petróleo y gas en una región particularmente biodiversa del Cabo Oriental de Sudáfrica, conocida como la Costa Salvaje. Por Asia se ha premiado al activista contrario a las minas de carbón en la India Central Alok Shukla, que evitó la construcción de 21 de esas minas proyectadas sobre 180.000 hectáreas de bosques. También bloqueó el desarrollo de una mina de carbón la activista premiada en Oceanía, Murrawah Maroochi Johnson, que logró cancelar en los tribunales esa infraestructura proyectada en Queensland (Australia).

En Norteamérica la activista reconocida ha sido Andrea Vidaurre, que convenció a la Junta de Recursos del Aire de California para adoptar nuevos reglamentos sobre el transporte que limitan las emisiones contaminantes. Por último, el premio para Sur y Centro América ha sido para el brasileño Marcel Gomes, que coordinó una compleja campaña internacional para vincular la empresa empaquetadora de carne más grande a nivel mundial con la deforestación ilegal de ecosistemas amenazados del país.

PLAYA DE SAN LORENZO, GIJÓN

 
By Paco Paredes (EFE).

HUMOR, REMEDIO INFALIBLE


lunes, 29 de abril de 2024

PARA VOMITAR

  

Vergonzoso, casposo y machista (véase la moza arriba) cartel anunciador como si de modelos de alta costura se tratase. Espectáculo sádico y sangriento al que le quedan dos telediarios, por mucho marketing, ¡HOLA! y demás gentuza pseudo y aristocrática. Nos les salpicará la sangre de alguno de estos pobres animales sin que la mancha salga en la tintorería. A los toreros no les deseo nada malo, no sea que se vaya a cumplir.
¡No a las corridas de toros!

TRAS SÁNCHEZ, LOS PERIÓDICOS→

El discurso:
“Buenas tardes. Como saben, el pasado miércoles escribí una carta dirigida a toda la ciudadanía. En ella les planteaba si merecía la pena soportar el acoso que desde hace diez años sufre mi familia a cambio de presidir el Gobierno de España. Hoy, tras estos días de reflexión, tengo la respuesta clara. Si aceptamos todos como sociedad que la acción política permite el ataque indiscriminado a personas inocentes, entonces no merece la pena. Si consentimos que la contienda partidista justifique el ejercicio del odio, de la insidia y de la falsedad hacia terceras personas, entonces no merece la pena. Si permitimos que las mentiras más groseras sustituyan el debate respetuoso y racional basado en evidencias, entonces no merece la pena. Por muy alto que sea, no hay honor que justifique el sufrimiento injusto de las personas que uno más quiere y respeta, y ver cómo se intenta destruir su dignidad sin el más mínimo fundamento.

Tal y como les anuncié, necesitaba parar y reflexionar sobre todo ello. Y sé que la carta que les envié pudo desconcertar, porque no obedece a ningún cálculo político. Y es cierto. Soy consciente de que he mostrado un sentimiento que en política no suele ser admisible. He reconocido ante quienes buscan quebrarme, no por quien soy, sino por lo que represento; que duele vivir esta situación, que no deseo a nadie. También porque sea cual sea nuestro oficio, nuestra responsabilidad laboral, vivimos en una sociedad donde solo se nos enseña y se nos exige mantener la marcha a toda costa. Pero hay veces en que la única forma de avanzar es detenerse, reflexionar y decidir con claridad por dónde queremos caminar.

He actuado desde una convicción clara. O decimos basta o esta degradación de la vida pública determinará nuestro futuro condenándonos como país. Es cierto que he dado este paso por motivos personales, pero son motivos que todo el mundo puede entender y sentir como propios, porque responden a valores troncales de una sociedad solidaria y familiar como es la española. Porque esto no es una cuestión ideológica. Estamos hablando de respeto, de dignidad, de principios que van mucho más allá de las opiniones políticas y que nos definen como sociedad. Esto nada tiene que ver con el legítimo debate entre opciones políticas. Tiene que ver con las reglas del juego. Si consentimos que los bulos deliberados dirijan el debate político, si obligamos a las víctimas de esas mentiras a tener que demostrar su inocencia en contra de la regla más elemental de nuestro Estado de derecho. Si permitimos que se vuelva a relegar el papel de la mujer al ámbito doméstico, teniendo que sacrificar su carrera profesional en beneficio de la de su marido. Si, en definitiva, permitimos que la sinrazón se convierta en rutina, la consecuencia será que habremos hecho un daño irreparable a nuestra democracia.

Exigir resistencia incondicional a los líderes objeto de esa estrategia es poner el foco en las víctimas y no en los agresores. Y confundir libertad de expresión con libertad de difamación es una perversión democrática de desastrosas consecuencias. Por tanto, la pregunta es sencilla: ¿queremos esto para España? Mi mujer y yo sabemos que esta campaña de descrédito no parará. Llevamos diez años sufriéndola. Es grave, pero no es lo más relevante. Podemos con ella.

Lo importante, lo verdaderamente trascendente, es que queremos agradecer de corazón las muestras de solidaridad y de empatía que hemos recibido, de todos los ámbitos sociales. Lógicamente, me van a permitir un agradecimiento especial a mi querido Partido Socialista. En todo caso, gracias a esa movilización social que ha influido decisivamente en mi reflexión y que vuelvo a agradecer, quiero compartir con todos ustedes lo que finalmente he decidido. De ello he informado previamente al jefe del Estado esta misma mañana. He decidido seguir y seguir con más fuerza, si cabe, al frente de la Presidencia del Gobierno de España.

Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte. Se lo garantizo. Por eso asumo ante ustedes mi compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad, por la regeneración pendiente de nuestra democracia y por el avance y la consolidación de derechos y de libertades. Asumo la decisión de continuar con más fuerza, si cabe, al frente de la Presidencia del Gobierno de España. Solo hay una manera de revertir esta situación: que la mayoría social, como ha hecho estos cinco días, se movilice en una apuesta decidida por la dignidad y el sentido común, poniendo freno a la política de la vergüenza que llevamos demasiado tiempo sufriendo, porque esto no va del destino de un dirigente particular. Eso es lo de menos. Se trata de decidir qué tipo de sociedad queremos ser. Y creo que nuestro país necesita hacer esta reflexión colectiva. De hecho, durante estos cinco días ya hemos comenzado a hacerla.

Una reflexión colectiva que abra paso a la limpieza, a la regeneración, al juego limpio. Llevamos demasiado tiempo dejando que el fango coloniza impunemente la vida política, la vida pública, contaminados de prácticas tóxicas inimaginables hace apenas unos años. Apelo, en consecuencia, a la conciencia colectiva de la sociedad española. Una sociedad que, desde el acuerdo generoso, supo sobreponerse a las terribles y profundas heridas del peor de sus pasados.

Una sociedad que consiguió vencer de manera ejemplar todos los desafíos democráticos que sufrió, que superó con éxito una pandemia, que pese al difícil contexto geopolítico que sufrimos con guerras en Oriente Medio y en Ucrania, vive un muy buen momento económico y respira paz social. Una sociedad que asombró al mundo por su aceptación entusiasta de los derechos y las libertades, pasando de ser un país oscuro a un referente internacional de libertades y de democracia, de progreso y de convivencia. Hoy pido a la sociedad española que volvamos a ser ejemplo, inspiración para un mundo convulso y herido. Porque los males que nos aquejan no son ni mucho menos exclusivos de España. Forman parte de un movimiento reaccionario mundial que aspira a imponer su agenda regresiva mediante la difamación y la falsedad, el odio y la apelación a miedos y amenazas que no se corresponden ni con la ciencia ni con la racionalidad. Mostremos al mundo cómo se defiende a la democracia. Pongamos fin a este fango de la única manera posible: mediante el rechazo colectivo, sereno, democrático, más allá de las siglas y de las ideologías, que yo me comprometo a liderar con firmeza como presidente del Gobierno de España. Gracias”.
Los periódicos:

EL PAÍS

ABC

EL MUNDO

LA VANGUARDIA

LA RAZÓN