Vuelvo a leer sobre una nueva concentración en defensa de la "familia cristiana", la única, la verdadera, la auténtica.
O estás conmigo o estás contra mi.
O jugamos todos o rompemos la baraja.
Me llevo el balón porque es mío, bla bla bla bla bla.
¿Pero qué manía con negarle la libertad a los demás? ¿pero es obligatorio acaso divorciarse a los que crean en la indisolubilidad del matrimonio? (aunque él le pegue cada noche) ¿es obligatorio abortar si no se está de acuerdo? ¿las parejas monoparentales o gays destruyen al resto? Me cuesta tanto entender la intolerancia, y más cuando viene de personas que de familia o de hijos entienden más bien poco: son célibes (o eso predican) y no se casan. ¿Dónde está la caridad cristiana?
Los viudos que den sus hijos en adopción, porque sin mami+papi la cosa no funciona; y los maricas al paredón, faltaría más. Muerto el perro se acabó la rabia.
¡Amén!
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