
Si para algo sirve la Navidad, independientemente de las connotaciones religiosas para el que se las quiera dar, es para reunir a los amigos. Reunir, re-unir, volver a unir. Y bienvenidas sean estas reuniones: buena comida, buena conversación y mejor compañía. ¿Se puede tener más por menos? Disfrutamos de/con los presentes, echamos de menos a los ausentes.
¡Feliz año 2010 y a vivir que son dos días!
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