lunes, 25 de enero de 2010

CARMEN VIDAL


A la primatóloga Carmen Vidal le han despertado varias veces las bombas en mitad de la noche. Ha tenido que pasar días encerrada en casa o ser evacuada a toda prisa para proteger su vida. Pero nunca se ha planteado abandonar su trabajo como veterinaria en la República Democrática de Congo (RDC). "A veces te preguntas: 'qué estoy haciendo yo aquí'. Pero bueno, duermes y al despertar vuelve a ser otro día". Vidal, de 50 años, dirige desde 2006 un proyecto de conservación de primates en Lwiro, una localidad de unos 20.000 habitantes en la provincia Sur Kivu, al este de la RDC. La zona de Kivu, en permanente conflicto bélico desde hace años, es rica en coltán (el mineral con el que se fabrican teléfonos móviles, videoconsolas y ordenadores) y en ella se refugiaron miles de hutus miembros de la milicia responsable del genocidio de 1994 en la vecina Ruanda.

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