"A muchos arquitectos les
avergüenza admitir que están en paro"
Alexia Maniega, Secretaria
General del SARQ.
Elena Sanz
“No son cosas de la crisis, sino
que precisamente la crisis ha sacado a la luz la situación de precariedad de
esta profesión”. Es la primera reflexión de Alexia Maniega, secretaria general
del Sindicato de Arquitectos (SArq), ante el hecho de que siete
de cada diez arquitectos en España estén en paro, trabajen
como falsos autónomos o ganen menos de 1.000 euros al mes, tal y como acaba de
revelar un estudio realizado por este sindicado entre un millar de
arquitectos.
“La precariedad laboral es
histórica. La mayoría de los profesionales trabaja en condiciones
totalmente medievales. El fenómeno de los falsos autónomos se viene
repitiendo desde hace años y prácticamente se da por hecho desde que se sale de
la Escuela de Arquitectura. Es como si nos encontrásemos en un sistema feudal,
donde hay un discípulo y un maestro y se da por sentado que tiene que ser así”,
lamenta Manuel Martín, miembro del SArq.
Con una abrupta caída de la actividad
inmobiliaria y de la construcción(en torno al 90%), el paro se ha disparado
entre estos profesionales, muchos de los cuales no cuentan con ningún tipo de
prestación, precisamente por haber estado trabajando de manera irregular.
Tanto es así que el 77% de los arquitectos que se han quedado sin
trabajo en España no percibe ningún tipo de prestación o subsidio por
desempleo.
El desempleo se ha extendido como
una mancha de aceite sobre esta profesión. El paro efectivo asciende al 50%,
aunque solamente un 30% admite estar en tal, mientras que un 20% afirma
ser autónomo pero con ingresos nulos o por debajo del salario mínimo
interprofesional. Algunos llevan meses, incluso años, sin encontrar
trabajo. Un 35% lleva más de un año en situación de desempleo y lo que es
más alarmante, un 12,4% de los encuestados, más de tres.
"A muchos arquitectos les
avergüenza decir que están en paro. En las encuestas que realizamos había
profesionales que en una pregunta nos
contestaban que tenían trabajo pero cuando les preguntábamos por
sus ingresos nos decían que no tenían", explica Manuel Martín.
"Cuando tienes una profesión liberal y trabajas desde casa sin
tener que ir a una oficina todos los días, es más difícil admitir cuándo
echar el cierre. Aunque ya no tengas trabajo, te da la sensación de que sigues
haciendo cosas, preparando concursos... Hasta que definitivamente ves que
ya no te puedes ganar la vida con esto no lo admites", añade.
Miedo a denunciar las situaciones
irregulares
Los que, afortunadamente, sí
trabajan lo hacen en condiciones muy precarias, en su mayoría. El estudio
elaborado por el SArq y conocido la semana pasada revela que el 60%
de los encuestados trabaja o ha trabajado alguna vez como falso autónomo. No
se trata, pues, ni de una práctica aislada ni reciente. “La situación de falso
autónomo es ilegal es un fraude a la Seguridad Social y es un hecho
denunciable ante la Inspección de Trabajo”, denuncia Alexia Maniega.
“Somos los propios arquitectos los
que tenemos que comenzar a valorar nuestro trabajo y nuestra profesión. De lo
contrario, estamos renunciando a derechos fundamentales, a prestaciones por
desempleo, indemnizaciones, permisos de maternidad... Si estás de ilegal, ¿qué
tienes?”, señala Alexia Maniega, quien denuncia cómo este tipo de situaciones
irregulares generan una "competencia desleal entre las empresas que
contratan legalmente y las que no que resulta destructiva para un sector cuya
base laboral está seriamente precarizada".
El problema, en su opinión, es
que “hay mucho miedo a las represaliasposteriores del jefe. Miedo a
que se corra la voz y no vuelva a encontrar trabajo. Un miedo que se empieza
incluso a percibir dentro de las propias escuelas de arquitectura. Pero somos
muchos arquitectos como para que nos puedan intimidar. Solamente
en Madrid hay unos 10.000 colegiados. No creo que ningún jefe vaya a echar
pestes sobre un arquitecto a quien tenía contratado como falso autónomo porque,
si lo hace, quien estaría quedando en evidencia sería él", apunta Maniega,
que, por el contrario, destaca el buen hacer de los grandes estudios de
arquitectura en España.
SArq nació como una plataforma.
'Arquitectos explotados’ fue el germen del sindicato. "Nos juntamos un
grupo de arquitectos que estábamos hartos de la situación de ilegalidad y
precariedad en la que nos encontrábamos. Pero había que dar un salto
y necesitábamos tener personalidad jurídica para luchar por nuestros derechos,
como, por ejemplo, tener un convenio laboral que nos corresponda. No
podíamos entrar en negociaciones ni tener un representante ante el Consejo
Superior de Arquitecto de España (CSCAE).
Desde el sindicato lamentan la
escasa evolución, laboralmente hablando, que ha experimentado la profesión.
"Se suponía que el arquitecto siempre iba a trabajar por cuenta
propia, no por cuenta ajena. Antes las obras eran más sencillas y un
arquitecto con un par de ayudantes podía sacar el trabajo adelante. Sin
embargo, los edificios son cada vez más complejos, hay mucho papeleo y
es muy difícil que una sola persona pueda con todo el trabajo, por lo que este
modelo deja de funcionar", apunta Maniega.
Añade también que "el
problema es que nos han faltado empresarios con más ambición por
crear una estructura empresarial seria. No puede ser que mayoritariamente
la arquitectura sea una profesión liberal que está bien para pequeños encargos
y reformas, pero nada más". "Nos falta sentido de la cooperación.
Somos muy individualistas. Nos tenemos que ver como compañeros, no como rivales",
puntualiza Manuel Martín.
La complejidad de trabajar en el
extranjero
Ante un panorama laboral tan
desolador, no ha sido raro que muchos hayan hecho las maletas y hayan decidido
probar suerte en el extranjero, en algunos casos sin demasiada
suerte. "Ni es tan fácil marcharse al extranjero ni te vas a
hacer rico. Además del idioma, necesitas conocer programas específicos con los
que se trabaja en cada país, su legislación", explica Manuel Martín.
Piedras en el que camino que han
provocado que quienes han decidido irse fuera no lo estén teniendo nada
fácil. El 12% de los encuestados trabaja fuera de España, pero un 29% de ellos
aseguran estar en paro, si bien llevan menos tiempo en esta situación
que muchos compañeros de profesión que han decidido quedarse en nuestro
país. "El arquitecto español está muy valorado en el extranjero, pero
ha cambiado la percepción que se tiene de nosotros porque saben que necesitamos
trabajar y que por eso emigramos tanto. Hay mucha oferta y, además, vamos al
extranjero con una franja de salarios muy baja. También en el extranjero
trabajamos barato. Prácticamente aceptas lo que te ofrecen y hay países en
los que con eso no vives".
Reinventarse o morir
Esta precariedad laboral ha
provocado que muchos arquitectos hayan tirado la toalla y renunciado a vivir
de esta profesión. "Un 5% de los encuestados han conseguido
salir de la trampa de ser arquitecto y se dedican a otra cosa que nada
tiene que ver con la arquitectura", reza el estudio de SArq.
"Escuchamos constantemente
que hay que reinventarse, pero ¿cómo se hace eso siendoarquitecto o arquitecto
técnico si, aunque te dediques a otra cosa, tienes un lastre llamado
responsabilidad civil que te hace responsable de todo tu trabajo durante una
década", lamenta Almudena Gancedo, arquitecto técnico de Valencia. "No
es lo mismo ser comercial, cerrar la oficina y dedicarte a otra cosa que
ser un técnico con una responsabilidad a tu espalda. Aunque te hayas
reinventado y trabajes en otra cosa, sigues teniendo una responsabilidad
civil que es necesario cubrir con un seguro puesto que, de lo contrario y en
caso de una reclamación, te enfrentas a perder todo lo que tienes".
"El seguro de
responsabilidad civil lo tienes que arrastrar como una bola de hierro sea
cual sea tu situación profesional posterior. Yo tengo un currículum de 20
páginas de obra construida y hoy voy a dar mi primera clase particular a un
alumno de ESO. Ese es mi futuro profesional. Reciclarme como profesora y
competir con gente de gran experiencia y de mi edad en mi nueva profesión
o con gente joven sin ningún tipo de responsabilidad a sus espaldas",
lamenta otro arquitecto.
Una profesión y unos
profesionales que cargan sobre sus espaldas con un gran peso: la creencia de
que fueron los grandes ganadores de la burbuja inmobiliaria junto a
constructores, inmobiliarias, bancos... Pero ellos se defienden. La base
de la profesión no ha ganado con el boom y la eterna promesa de
"algún día te emanciparás, serás tu propio jefe y ganarás mucho dinero"
nunca llegó.
Siete de cada diez arquitectos
están en paro, trabajan ilegalmente o son mileuristas
III ESTUDIO LABORAL SOBRE EL
SECTOR.
Elena Sanz
Corren tiempos muy difíciles para
los arquitectos en España. El pinchazo de la burbuja
inmobiliaria y la crisis económica han llevado a muchos de estos
profesionales a una situación laboral muy precaria. Siete de cada diez
arquitectos está en paro, está empleado ilegalmente o gana menos de
1.000 euros al mes. De hecho, solamente un 24% de los
arquitectos que trabaja en el sector consigue ganarse la
vida como arquitecto cobrando por encima de los 1.000 euros
mensuales.
Son algunas de las dramáticas
conclusiones que se extraen del III Estudio Laboral del sector de los
arquitectos españoles, elaborado por el Sindicato de Arquitectos (SArq), el
único que aglutina en nuestro país a los profesionales del sector de la
arquitectura y el urbanismo y que incluye también a arquitectos no colegiados.
La encuesta se ha realizado sobre un millar de profesionales.
La
crisis ha acabado de la noche a la mañana con el 'caché' de miles de
profesionales que han visto no sólo cómo sus ingresos se han
reducido de manera alarmante, sino cómo las garras del paro se han lanzado
sobre ellos. El paro efectivo entre los arquitectos asciende al 50%.
Solamente un 30% admite estar en situación de desempleo, mientras que un
20% afirma ser autónomo pero con ingresos nulos o por debajo del salario mínimo
interprofesional. De hecho, hay un 4,3% que afirma trabajar por cuenta
propia sin ningún tipo de ingresos, y un 15,1% que asegura trabajar
también de manera autónoma ingresando por debajo del salario mínimo
interprofesional.
Entre aquellos que sí tienen
trabajo, casi el 70% no llega al mínimo de 23.338,98
euros brutos anuales que establece el convenio nacional de
Ingenierías "en el que acabamos de ser incluidos por primera vez, y
que es el que más adapta a nuestra labor diaria y capacitación", apuntan
desde SArq. Casi la mitad de los encuestados cobra menos de
15.000 euros brutos anuales, mientras que sólo el 5% de los arquitectos
ha conseguido reciclarse hacia otra profesión e ingresar más de 1.000
euros netos al mes, lo que "pone en relieve que a los
arquitectos les cuesta reconvertirse para emplearse en otros
sectores".
La crisis ha provocado también un
drástico ajuste de los salarios. Un 72% asegura haber visto disminuir
su salario a consecuencia de la actual coyuntura económica, lo que supera
el porcentaje del año anterior (60,3%) y más de la mitad (52,5%) ha
visto reducidos sus ingresos más de un 20%.
El estudio, conocido precisamente
cuando hoy se celebra el Día Mundial de la Arquitectura, muestra cómo
entre los parados, un 35% lleva más de un año en esta situación,
por encima del 29,5% de hace un año. El 21,9% lleva de uno a tres meses,
el 15,7% de 3 a 6 y el 15,7% lleva entre 6 y 12 meses. Esta situación resulta
especialmente dramática para los que llevan más de 3 años sin
encontrar un trabajo, este año un 12,4%, frente al 2,3%
del estudio anterior, lo que indica que muchos de los que no encontraban trabajo
entonces, siguen sin encontrarlo ahora.
La mano negra del falso autónomo
La encuesta refleja que el 60%
de los encuestados afirma ser o haber sido alguna vez falso autónomo, lo que
pone de manifiesto que "este tipo de contratación ilegal es una de las
prácticas más extendidas en los estudios de arquitectura de nuestro país",
llevan años denunciando desde el sindicato. Este dato explica, además, que
un 75% de los parados no cobre subsidio por desempleo frente a,
tan sólo, un 25% que sí lo cobra. Esto es debido a que este tipo de
contratación ilegal no genera derechos como el paro o la indemnización por
despido, por lo que si este llega, el trabajador se encuentra en situación de
desprotección.
A la hora de conocer los motivos
por los cuales se encuentran o llegaron a esa situación, un 52% reconoce
que no le ofrecieron otra alternativa cuando fueron reclamados por sus
respectivos estudios mientras que un 2% asegura que, de no aceptar esas condiciones,
hubiera sido despedido.
Para Alexia Maniega, Secretaria
General del SArq, "conviene recordar que la situación de falso autónomo es
ilegal, es un fraude a la Seguridad Social y es un hecho denunciable ante la
Inspección de Trabajo. Además, genera una competencia desleal entre las empresas
que contratan legalmente y las que no, que resulta destructiva para un sector
cuya base laboral está seriamente precarizada".
Pero si preocupante resulta la
situación laboral de los encuestados sin contrato, también lo es de la de
aquellos que tienen un contrato laboral, ya que el 54,5% no sabe si
está contratado según algún convenio, y el 26,3% no está amparado por ningún
convenio colectivo, lo que da una idea de lo poco informados que están los
arquitectos con respecto a sus propios derechos laborales. Mientras, el 6.4% se
acoge al de oficinas y despachos y tan solo el 4% al convenio nacional de
empresas de ingeniería y oficinas de estudios técnicos, convenio en el que se
ha conseguido la inclusión de los arquitectos este mismo año.
"Esta reciente
adscripción al convenio colectivo nacional de empresas de ingeniería y oficinas
de estudios técnicos significa la consecución de uno de los objetivos más
importantes del SArq, ya que hasta ahora los arquitectos carecían de convenio
colectivo de ámbito estatal. Ahora los arquitectos cuentan con un nuevo marco
legal que les protege, si bien en palabras de su Secretaria General, Alexia
Maniega "ahora es responsabilidad de todos los arquitectos hacer cumplir
este nuevo marco y conseguir que pase del papel a la realidad".
La fuga de talento continúa
A la grave situación que
atraviesa el sector de la arquitectura en España, habría que añadirle un nuevo
condicionante más: la fuga de talento que viene produciéndose desde el inicio
de la crisis. En concreto, un 12% de los encuestados ya estaría trabajando
fuera de nuestro país, superando el 7% que contemplaba el anterior
estudio.
No obstante, son muchos los
que no han mejorado sus condiciones laborales. El 29% de los que se han
marchado al extranjero afirma estar en paro, aunque llevan menos tiempo en
situación de desempleo: el 37,5% lleva entre 1 y 3 meses, el 16,7 entre 3 y 6,
y el 12,5% de 6 a 12 meses. El 20,8% lleva entre 1 año y 3 meses y el 12,5%
lleva más de 3 años en paro.
El principal motivo que impulsó a
los encuestados a trabajar fuera de nuestras fronteras es, para el
30,9% fue la necesidad de encontrar unas condiciones laborales mejores que
las que existen en España. En segundo lugar, para el 24,3%, la posibilidad de
desarrollarse profesionalmente. El alto porcentaje de desempleo existente en el
sector, es motivo para que el 21,5% de los encuestados por SArq optaran por
buscar un empleo fuera de nuestras fronteras mientras que el 7,7% asegura que
en España su trabajo no era acorde a su formación.
Preguntados sobre sus lugares
de destino a la hora de buscar una nueva oportunidad laboral fuera de
España, el continente europeo es el mayoritario: el 18% de los emigrados están
en Alemania, el 14% en Reino Unido, el 9% en Suiza y el 6% en Francia, así como
en Bélgica y Holanda; destinos más lejanos, como Chile o China, acogen al 4%
respectivamente, y EEUU, Arabia Saudí o Perú presentan un 2% de los emigrados.
Si comparamos los salarios dentro
y fuera de España, vemos que mientras en España son muchos los que cobran
muy poco y muy pocos los que cobran mucho, en el extranjero, o se cobra muy
poco, o se tiene un sueldo en una banda relativamente alta. "Esta
discrepancia probablemente se explica por la diferencias de salario al estar
trabajando para una empresa seria en el exterior o ir a la aventura y trabajar
en precario, y también debido a las diferencias entre los países a los que se
emigra", apuntan desde el sindicato.
Arquitectos no colegiados
El Sindicato de Arquitectos
(SArq) ha realizado por tercer año consecutivo un estudio global sobre las condiciones
laborales de los arquitectos. La encuesta se realizó a aproximadamente
a 1.000 de ellos, de los cuales casi un 40% afirmó no estar colegiado.
"El análisis se ha basado en una encuesta respondida por 972 arquitectos y
profesionales de la arquitectura de nuestro país, y arroja datos hasta ahora no
abordados por ningún Colegio Oficial u organismo público o privado",
apuntan desde SArq.
"Este estudio es el único
específico en nuestro sector que. Las estadísticasanteriores realizadas en
el sector por los Colegios de Arquitectos y el Consejo Superior de Colegios
(CSCAE), no han tenido en cuenta a una parte muy importante de los
profesionales del sector: los arquitectos no colegiados, que trabajan en
su mayoría para otros arquitectos o empresas. Estos han sido invisibles también
a las estadísticas oficiales de ocupación del sector, por estar empleados en su
mayoría de manera ilegal como falsos autónomos.
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