Hoy sábado salí a comer fuera porque con tanto día de fiesta he olvidado ir al súper, de manera que mi nevera está vacía completamente. Como tenía que pasar por el cajero y estos han ido desapareciendo de las gasolineras y supermercados, no queda otro remedio que acercarme al centro de La Laguna, cosa que hice y terminé comiendo en un chino de la zona. Pero quería comentar que, de camino al centro, pasé por un cuartel de la Guardia Civil con la bandera de España a media asta. Pensé ¿será posible que la idea que tuve de bajar la bandera a esa altura por la muerte de García Márquez se haya hecho realidad? Claro que esa estúpida idea me duró unos segundos hasta que caí en que estamos en Semana Santa ¡y en España!, donde nada es lo mismo pero todo es igual. País aconfesional, según la Constitución, con libertad religiosa, pero que sigue plegada a la Iglesia Católica y a sus ritos, imponiendo sus costumbres al ámbito civil. Da lo mismo, nada cambia: legionarios, ejército, policías y políticos en las proceciones, ah, y banderas a media asta que recuerdan a judíos, musulmanes, budistas, ateos y demás: ¡ojito, no olvides infiel que estás en España!
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