Adiós a las grandes estrellas del
‘cartoon’ del Hollywood dorado
Con la muerte de Mickey Rooney
desaparece el último de los 46 mitos de la actuación que salen en el corto de
1941 de Tex Avery.
ROCÍO AYUSO Los
Ángeles 10 ABR 2014 - 23:05 CET
Todos los que eran alguien en el
Hollywood dorado de los años 30 y 40 formaron parte de esta película. Un corto
de animación de la Warner Bross dentro de las Merrie Melodies -o Fantasías
animadas de ayer y de hoy como se llamaban en España- que bajo la
dirección de Tex Avery contó entre otros con Humphrey Bogart, Greta Garbo o
James Cagney; Cary Grant y Jimmy Stewart; los hermanos Marx y Stan Laurel con
Oliver Hardy; Cesar Romero y Rita Hayworth. Un total de 46 estrellas, algunas
de ellas hoy ya olvidadas,
entre las que también se encontraba Mickey Rooney.
Un reparto inmortal para Hollywood Steps Out (o Eso es Hollywood como
se tradujo), un corto que en poco más de siete minutos reflejó una noche en el
Hollywood dorado de antaño. Un Hollywood que con la muerte de Mickey Rooney ha
pasado a mejor vida. El actor protagonista de Forja de hombres o La
ciudad de los muchachos era el último superviviente de la era retratada en
el cartoon de 1941. No fue este el único vínculo de Rooney al campo
de la animación, un actor que aparece citado –aunque no oficialmente
reconocido- como la voz del conejo Oswaldo, predecesor de Mickey Mouse cuando
era parte de los estudios Disney, una vez que el director de animación Walter
Lantz se hizo con las riendas de este personaje. Pero en Hollywood Steps
Out no fue su voz sino su rostro, como el de otras muchas estrellas
caricaturizadas al estilo de T. Hee, la que le ganó el trabajo.
Mientras la acción transcurre
alrededor de la pista de baile del club Ciro’s, popular punto de encuentro y
alterne en aquellos años, parte de las escenas de Rooney tienen lugar en la
cocina fregando platos. El actor acaba allí al no poder pagar los 50 dólares
que le intentan cobrar por tomarse un batido con su compañera en muchos filmes,
la también caricaturizada Judy Garland. El corto animado refleja realmente
todos los que fueron, cada uno manteniendo en su caricatura algo de lo que les
hizo estrellas. A Bing Crosby le toca ser el maestro de ceremonias de este club
nocturno mientras que a Johnny Weissmuller, el auténtico Tarzán, le corresponde
dejar el abrigo en el guardarropía quedándose en taparrabos de leopardo. Cary
Grant, el retrato de la elegancia, prueba sus encantos con una vendedora de
cigarrillos que no es otra que la misteriosa Greta Garbo. A Clark Gable,
perseguido por su fama de ligón, le toca lidiar con esa otra chica con
bigote más conocida como Groucho Marx. Otra de las mesas del club está llena de
tipos duros como Cagney, Bogart y George Raft, mientras que los cara de
piedra de Boris Karloff, Arthur Treacher y Buster Keaton se codean en
otra. Incluso Leopold Stokowski forma parte de esta velada, una broma del
Hollywood de entonces, parodia de su paso por Fantasía de Walt Disney.
Del reparto Rooney fue durante
años el único superviviente. Incluso el popular restaurante Ciro’s, situado en
Sunset Boulevard y por el que más tarde pasarían más estrellas como Marilyn
Monroe o Frank Sinatra y presidentes como John F. Kennedy y Ronald Reagan,
también desapareció. De moda en los cuarenta, cerró en 1957 por su bancarrota.
Como decía premonitoriamente el cortometraje en su despedida, “esto es todo, amigos”.
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