En el año 1994 se entrenó "La lista de Shindler" y recuerdo que al salir de ver la película, en un cine que por cierto ha desaparecido, como tantos otros, me preguntaron ¿qué tal?, y yo contesté algo como: puedes no verla. Expliqué después mi respuesta, precisamente por lo contrario a lo que pudiera parecer, la película me había dejado roto por su dureza. Una maravilla en todos los sentidos con, además, una música sublime. Pocas películas sobre el Holocausto han estado tan bien filmadas.
Ayer vi "Holding the man", film basado en la autobiografía escrita por el australiano Timothy Conigrave que relataba su relación desde el instituto con su pareja John Caleo en los terribles años del despertar del SIDA en todo el mundo. Una película muy dura, también, pero optimista, si cabe. Sobre el SIDA se ha avanzado mucho, afortunadamente. Da mucha tristeza recordar cómo sufrían los gay en aquellos años y cómo lo siguen haciendo aún en muchísimos países.
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