jueves, 1 de agosto de 2024

LO CURA LA COCURA

Vivimos en un mundo de locos, ya lo he aceptado, aunque por supuesto ya lo han escrito mucho antes que yo. Hoy les dejo un pequeño regalo por si tienen tiempo y les apetece leer esta joya intemporal.
Tuve ayer un día de esos que pliegan el espacio y el tiempo. Sí, me refiero a esos días que no tienen 24h sino el doble, o mejor dicho la mitad, he ahí la paradoja temporal. Dependía de la devolución de mi coche y sin posibilidad de ir en moto pues la visita de obra vespertina era en Los Abrigos, so far away, hice magia para que las piezas encajaran. Taxi al trabajo, trabajo y café mezclado, pies y manos fuera del agua por aquello de las pirañas, 10 minutos antes en el taller, espero y desespero, recojo el coche, lo aparco, me recogen, bajo al sur y subo, recojo el coche de nuevo y a casa. Aparco, subo, ordeno mi cuarto todoenuno, me despido, besos, taxi al aeropuerto, vuelo, moto en Gando y a casa. Llego. Muerto, o casi. Cena frugal, conversación y cariño, P no tiene culpa de nada, y a la cama. Bueno, previa pastilla porque, como guinda del día, me dio un calambre en el gemelo derecho que duró unos 5 minutos y me dejó KO. Así, calambre 1-Jose 0, me fui a la cama. Dormí de un tirón, si nos olvidamos de otro calambre a las 2:35h, algo menos fuerte, que volvió a marcar, pero con el que pude finalmente. Total:13 h durmiendo. 13, que se dice pronto. 
Feliz fin de semana a todos. Sí, sí, y a todas, por supuesto, que uno ya es moderno.

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