En estos
momentos, el gobierno norteamericano está a punto de tomar la decisión que
definirá la presidencia de Obama en materia de cambio climático: aprobar o
rechazar un descomunal oleoducto que podría llegar a transportar 830.000
barriles diarios del petróleo más sucio del mundo, desde Canadá a Estados
Unidos.
La aprobación del oleoducto Keystone XL, descrito
como “el detonador de la bomba de carbono más grande del planeta”,
ayudaría a bombear miles de millones de dólares a los bolsillos de unas pocas
compañías... pero también a inyectar millones de toneladas de dióxido de carbono
en nuestra atmósfera. Audaces intervenc iones ciudadanas ya retrasaron el
proyecto una vez y, la semana pasada, un fallo judicial le asestó otro duro
golpe. Si ahora nos movemos rápido y de forma masiva, podemos contribuir a
acabar con este tóxico plan de una vez por todas.
John Kerry, Secretario de Estado de EE.UU. y máximo responsable de
relaciones internacionales, ha abierto una ronda final de comentarios para la
consulta pública. Sabe que esta decisión es la prueba de fuego para que
EE.UU. demuestre su liderazgo en la lucha contra el cambio climático.
Convirtamos el proceso en un referéndum global, inundándolo con un millón de
firmas de cada país del mundo. Quedan pocos días para participar.
Únete ahora:
Las
grandes petroleras no paran de echar leña al fuego. En Washington DC se han
hecho con los espacios de publicidad en los pasillos del metro que los políticos
atraviesan diariamente. Si logramos reunir 1 millón de firmas, contraatacaremos
colocando nuestros anuncios al lado de los suyos par a que el Secretario Kerry y
su equipo escuchen nuestras voces primero y mucho más
fuerte.
La publicidad que están utilizando las grandes
petroleras es sólo la punta del iceberg. Sabemos que EE.UU. está bajo una
enorme presión por parte de los lobbys de la industria, que lograrían embolsarse
cantidades exhorbitantes de dinero, si el oleoducto sale adelante a costa de
arruinar nuestro futuro. El crudo que se extrae de las arenas bituminosas es
el combustible fósil más sucio de procesar; sus emisiones son entre tres y
cuatro veces más contaminantes que las del petróleo
convencional.
El año pasado, Obama declaró que permitiría seguir
adelante con el proyecto Keystone solo si convenía a los intereses nacionales de
EE.UU. y si podía probarse que no empeoraría la crisis climática para las
generaciones venideras. Por su parte, el Secretario de Estado Kerry, quien ha
hecho del cambio climático su bandera política, está cada v ez más receptivo a
la opinión pública global, desde que quiere figurar como líder climático en la
escena internacional. Los partidarios del oleoducto alegan que creará trabajos
en la construcción y una mayor independencia respecto a otras grandes potencias
petroleras, pero Obama sabe que los trabajos de verdad se crearán en el sector
de las energías limpias y que el cambio climático es quizá la mayor amenaza que
se cierne en estos momentos sobre EE.UU. y el resto del planeta.
Pero lo cierto es que ya estamos ganando. Hace tres
años este oleoducto parecía inevitable, pero la movilización ciudadana entró en
acción, miles de personas fueron arrestadas en el mayor acto de desobediencia
civil de los EE.UU. en décadas y Obama rechazó la propuesta inicial.
Hagamos nuestra parte ahora enviando la mayor cantidad de comentarios
internacionales conseguidos JAMÁS para una decisión gubernamental de EE.UU.
y démosle tanto al Secr etario Kerry como al Presidente Obama el respaldo
público que necesitan para rechazar la bomba de carbono de Keystone:
Donde
quiera que estemos en el mundo, ya sea en Alberta, Canadá, de donde partiría el
oleoducto; o en el Reino Unido, aún recuperándose de las últimas inundaciones
históricas; o en Australia, que acaba de emerger de un verano en el que una
cantidad récord de incendios ha hecho estragos, o en cualquier otro país donde
la climatología extrema esté pasando factura -- el cambio climático nos afecta a
todos. Si nos unimos hoy, podemos participar de la victoria de frenar este
absurdo oleoducto y ayudar a construir un poderoso movimiento para combatir el
cambio climático.
Con esperanza,
Pascal, David, Luis, Antonia,
Emma, Patri, Wen, Ricken y el equipo de Avaaz
MÁS
INFORMACIÓN:
Detengamos el oleoducto de Keystone antes de que sea
muy tarde (CNN):
Obama
espera el consejo de Kerry para decidir si autoriza un oleoducto gigante (El
País):
Keystone
XL, el ducto que perturba a Obama (Milenio):
Obama
prevé tomar una decisión sobre polémico oleoducto en un par de meses ( La
Vanguardia):
Gasoducto
Keystone XL en un peligroso limbo (Inter Press Service):
Canadá:
explotar arenas bituminosas causa más contaminación de lo previsto (Informe
21):
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