Estamos viejos, me decía una amiga el otro día. Pensaba después en aquellas palabras y sí, la verdad es incuestionable, nos hacemos viejos. Claro que después veo a gente de mi edad y me convenzo de yo estoy muchísimo más joven (el que no se consuela es porque no quiere).
La edad nos aporta saber, me gusta pensar, aunque no sé si sabiduría; deprimidos siempre a partir de los 50, me dice otro amigo con preclara mente, mucho más sabio que yo.
Un día te despiertas y haces revisión de tu vida, sin premeditación y alevosía alguna, dántote cuenta de lo poco o nada que te importan ya muchas personas que formaron parte de tu pasado, todas tóxicas, y lo mucho que agradeces la compañía de la gente a la que quieres, todas vitaminosas.
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Modestia aparte, *Cosas de la edad.
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