EDUCACIÓN

Herencia del COVID, tenía esta mañana cita presencial en las oficinas del ayuntamiento del área QUEJAS-SUGERENCIAS, a primera hora. Después de llegar y estar un rato buscando el lugar porque la calle estaba en obras y no había cartel alguno de señalización, me atendió una señora muy amable que dio registro de entrada a mi queja, harto de la poca solidaridad viaria de los conductores de coches que aparcan una y otra vez sobre dos plazas para motos enfrente de casa de mi madre. No sé si harán caso a mi solicitud de repinte, señalización y colocación de bolardos, pero me he quedado a gusto.

Esto se trata de educación, como siempre. En esto es donde los gobiernos deberían invertir sin límite. Educación y Sanidad, o lo que es lo mismo, mens sana in corpore sano.

Las ciudades han ido evolucionando a la mayor gloria del coche, pero con los años y el desarrollo intelectual, del sentido común y del interés por el medio ambiente, el coche va perdiendo su hegemonía en favor del ciudadano, del peatón, del ciclista, del patinador y,  hasta me atrevería a decir, del motorista. Las motos son cómodas, rápidas, ocupan poco y contaminan menos, además de reducir el tráfico y el estrés. Respecto a las zonas de aparcamiento para moto, o están bien señalizadas -para que al conductor de coche le dé vergüenza aparcar ahí-, o poco hay que hacer. Al insolidario, como tal, le da igual aparcar en zona de minusválido, paso de peatones, 2ª fila, garaje, área de motos, de patinetes, etc. El insolidario es incívico por definición y le da igual todo y todos, él es el único importante y siempre tiene una respuesta que darte si lo increpas. 

> "Pero si es sólo un momento...".

> "Tú la moto la aparcas en cualquier lado...".

> "Es que no hay aparcamiento, que el Ayuntamiento se busque la vida...".

Es lo que hay, éstas son las cartas que tenemos para jugar y, salvo que seamos unos privilegiados y vivamos rodeados de montañas y lagos y cantemos el Aiho, Aiho♫ como Heidi o los enanitos de Blanca Nieves, ¡a joderse!