Si para Marx el mundo se dividía, grosso modo, entre Proletariado y Patrones; Orwell colocaba al Hermano Mayor sobre el resto de los mortales; Huxley nos dividía a los humanos entre Alfas y Épsilones. Hoy podemos dividirlo, sin temor a equivocarnos en absoluto, en Ellos y Nosotros.
Los periódicos, una moderna Trinidad mezcla de Gran Hermano, Patrón y Alfa, que no es lo mismo pero es igual, nos hablan día tras día de las eléctricas, las compañías de gas, la hegemonía china, la vuelta de Trump, el neofascismo imperante, la banca y toda esta antipléyade de entes que parecen venir de otro planeta o de otra realidad cuántica (igual es esto, duda resuelta) donde nosotros, los pobres mortales, sólo permanecemos como espectadores, algunos más expectantes que otros, sin voz ni voto, sin corrector ortográfico, sin goma de borrar, sin nada. Somos como el emperador con traje nuevo, estrenamos uno cada día sin darnos cuenta de nuestra desnudez. Ellos proponen, disponen y ponen, se llamen como se llamen, se reúnan donde se reúnan, reinen, dicten, banqueen o presidencien.
Nosotros somos los nuevos Oliver Twist pidiendo más comida sabiendo que no hay o está envenenada.
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Khachaturian, *Suite Spartacus, Adagio.
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