No entiendo la inquina de los políticos actuales de derecha, como Abascal, pero menos la entiendo de Feijó, supuestamente un moderado. Éste tenía 14 años cuando Franco la palmó -yo 12-, un pibe; ¿qué defensa se puede/ debe hacer de esta gentuza golpista que abocó al país a una guerra civil que terminó con 500.000 muertos y logró sacar lo peor de las personas, como en todas las guerras?
La Ley de Memoria Histórica es, fue y ha sido una necesidad, y como tal ley hay que cumplirla. Esto es lo que pasa cuando, a los que se le llena la boca con ¡España! ¡La Constitución! ¡viva el rey!, no aceptan una ley que no les gusta.
Pero, amigos, así avanza un país.
Yo feliz por esto de anoche con Queipo de Llano, como lo fue con Franco en su momento. Ojalá logren desenterrar a todos los muertos para que los lloren, los entierren, los incineren o los maldigan.
Esta gente muerta, de descanso nada de nada, ¿o no creen ellos en el cielo y el infierno? Si hay justicia divina todos estarán quemándose en el noveno círculo de Dante, el de la traición, echados en el suelo y solo vistos desde arriba. Señores, ¡que ya no son ustedes los carceleros!
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