SOUTO DE MOURA, PREMIO PRITZKER

El jurado, que este año incluía entre otros a los arquitectos Renzo Piano y Glenn Murcutt (galardonados en ediciones anteriores) considera a través de las palabras de su presidente Peter Garth Palumbio, que "a lo largo de tres décadas Eduardo Souto de Moura ha producido un compendio de obras que pertenecen a nuestro tiempo pero que también tienen una fuerte conexión con las tradiciones arquitectónicas. Sus edificios tienen la habilidad única de combinar características aparentemente contradictorias como el poder y la modestia, el atrevimiento y la subliminalidad, el peso de la autoridad pública y una sensación de intimidad". Así mismo, señala que su arquitectura “no es ni obvia, ni frívola, ni pintoresca. Está imbuída en inteligencia y seriedad. Su trabajo requiere de un intenso encuentro, no de un vistazo rápido. Y como la poesía, es capaz de comunicar de forma emocionante a todos aquel que esté dispuesto a emplear tiempo para escuchar”. Eduardo Souto de Moura estudió arquitectura en la Escuela Superior de Bellas Artes de Oporto y llegó a trabajar para Álvaro Siza durante cinco años hasta que montó su propio estudio en Oporto en 1980. Ha sido profesor en la Facultad de Arquitectura de la universidad de esa misma ciudad y en las escuelas de arquitectura de Ginebra, París-Bellaville, Harvard, Dublín, Zurich y Lausanne. Ha concluido cerca de 60 proyectos, la mayor parte de ellos en su país, aunque también ha trabajado en España, Italia, Alemania, Reino Unido y Suiza. Entre sus proyectos se encuentran viviendas, cines, centros comerciales, hoteles, apartamentos, oficinas, museos, galerías de arte o espacios deportivos. Entre sus creaciones más relevantes los integrantes del jurado han destacado el Centro Cultural y la Torre Burgo de Oporto (su ciudad natal) o el estadio de fútbol de Braga, que consideran "un trabajo muscular, monumental y acorde con el poderoso paisaje". http://www.construarea.com/noticias/detalle_noticia/-/asset_publisher/c6jL/content/el-portugues-eduardo-souto-de-moura-premio-pritzker-2011