Ignoro la razón pero esta mañana me vino a la cabeza una noche que cenamos en el Club Verne de Budapest, un estupendo restaurante ambientado en el submarino Nautilus. Recuerdo que era tarde y que no sabíamos si nos iban a dar de cenar, así que preguntamos en la recepción del hotel por un restaurante cerca de la zona. Y he aquí que nos mandan a este con forma de submarino, según nos dijo el lugareño. Nos encontramos un lugar muy pintoresco, agradable, muy bien ambientado y, como siempre, con una comida estupenda, abundante y barata.
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