La mitología griega es todo un torrente de buenas historias y leyendas y quizá una de las más famosas sea la de Pegaso, el famoso caballo alado de impresionante color blanco, hijo de Poseidón, dios griego del mar, y de Medusa, la Gorgona.
Se dice que nació en las fuentes del océano y por eso recibió su nombre, que viene de la palabra griega phgh (pagé), cuyo significado es manantial. Acerca de su nacimiento se han dicho muchas cosas a lo largo de la historia, donde se asegura que nació en la Tierra, habiendo sido fecundado por la sangre que fue derramada por Medusa, cuando ésta fue asesinada por Perseo.*
El ser humano que, emulando a Midas, todo lo que toca lo convierte en mierda, ha convertido la leyenda del precioso caballo alado en un programa espía del que todos hablan, unos con las boca más abierta que otros: PEGASUS. Aquí el que no corre vuela, nunca mejor dicho.
Lo más gracioso es que mientras se supo que espiaban a los catalanes todos pusieron el grito en el cielo, todos menos el PP que silbaba mirando para otro lado. Ahora se sabe que también el programita espió a Padro Sánchez y a su camarilla y he aquí que Feijó, flamante futurible precidencial (PP dixit erre que erre), resopla su ya famosa frase para la historia: "una casualidad política no menor" (me pregunto si la frase se la habrá soplado Rajoy o Cospedal).
Mal empezamos.
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