Disfruto de un fin de semana casero, inusitadamente con poco trabajo previsto, cielo despejado y ambiente frío, que me permite dedicar el tiempo a mí -he aquí lo realmente inusitado-, libre de mascarilla, cocinando, leyendo, escuchando música y leyendo. Ahora mismo termino de desayunar en la cocina, paralelo a los rayos del sol que entran a través del ventanal, disfrutando de un cacao light con leche de avena y de mi pequeño jardín tras el cristal. Antes de meterme en el cuarto de baño a por el rito diario de acicalamiento, afeitado incluido, aprovecharé para acabar de escribir esto y redactar igualmente un borrador de escrito que me he comprometido a enviar por correo esta mañana.
Anoche, plácidamente recostado en el salón bajo la manta marrón tan gustosa, volví a ver la estupenda y metafórica película de Peter Sellers "Bienvenido Mr. Chance" ("Being there", título original), que recordaba bastante bien para haberla visto hace muchos años. Preciosa película, que toca la fibra de la ingenuidad que todos llevamos, sobre un personaje peculiar que, a pesar de ser como ser y haberlo perdido todo, continúa sobreviviendo por encima de buenos y malos, del sistema. Una película que nos reconforta y nos recuerda que aún es posible vivir saltándose un poco todas las reglas establecidas, en su caso todas, literalmente. Si no la has visto, no lo dudes, ¡anímate!.
PD. Gloria, ¿Club de cine?
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León Benavente, *Ánimo valiente.
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