Otra noche en el cine para ver el esperado estreno de la peli postapocalíptica, rodada en Barcelona, LOS ÚLTIMOS DÍAS. Al salir hubo comentarios de todos los tipos. A mi me gustó, pero es cierta mi proverbial capacidad de disfrutar de casi cualquier película -y he dicho casi-. Ésta es oscura sí, y lenta por momentos, caso aburrida, pero logró mantener mi interés e intrigarme por el final, que ya es mucho. En este tipo de películas siempre se critica al guión, por poco original, por recurrente, por falta de originalidad, pero... si esto ocurriera de verdad seguro que no existirían explicaciones, no habría televisión, ni radio, ni internet; o sea, todo serían especulaciones. Y al igual que imaginar a los extraterrestres y convertirlos en personajes vivos suele hacerlos ridículos, imaginar lo que ocurriría de verdad y sus consecuencias entra en la ciencia ficción y cualquier cosa podría ser válida. De todas formas, y aunque repito que me gustó, esperaba más. Por cierto, aún habiendo pasado lo que pasó, Barcelona está preciosa.
Les dejo una crítica del blog ELPALOMITRÓN, algo dura pero reveladora.
Mira que teníamos ganas de verla, y que ya desde que os hablamos aquí el pasado Octubre del proyecto, hemos estado muy atentos al devenir de esta cinta…En fin, nuestro gozo en un pozo! Lo que tenemos que tener claro es que en este país cada vez es más difícil hacer cine, y el esfuerzo que implica sacar adelante un proyecto, y no hablo solo de rodarlo, sino también de encontrar distribución, siempre supone algo digno de elogio. Precisamente por esta dificultad es por lo que pedimos que se limen más los productos, que se dedique algo más de tiempo al guion, y que se saque partido de la mejor manera posible a esta oportunidad con la que muchos cineastas en ciernes sueñan.
LOS ÚLTIMOS DÍAS juega algunas de sus bazas técnicas, pero falla estrepitosamente en el guion, y esto en el subgénero de la ciencia ficción post-apocalíptica es un fallo que lastra sin remedio la experiencia de su visionado. Apenas hora y media de metraje que se hace largo porque el ritmo brilla por su ausencia, porque las interpretaciones son muy justitas, porque los escenarios no son espectaculares en ningún momento, y porque el guion bebe de tantas referencias que se antoja forzado, una compilación de escenas y escenarios forzados que obliga al espectador a ser bondadoso con lo que está viendo desde los primeros minutos de cinta.
Si cogemos EL INCIDENTE de SHYAMALAN y lo trasladamos a Barcelona, la idea empieza a ser seductora. Ahora soltamos algunos animales porque como Filadelfia en DOCE MONOS, Barcelona también tiene zoo, que además de dar un toque exótico, también son la prueba de que la naturaleza ha orquestado una venganza ante la continua degradación de ésta a manos de un ser humano cada vez más urbanita. Ya sólo nos falta algo de acción, así que de vez en cuando metemos a los protas en túneles peligrosos, que se marquen unas explosiones, que corran un poquito, y que sean testigos de batalles tribales al más puro estilo MAD MAX en escenarios otrora puntales de la sociedad del consumo. Todo este pastiche, aún edulcorándolo con la necesaria trama de amor, motor final de decisiones y llave de la supervivencia, no logra entretener ni convencer, ni mucho menos sorprender porque enseñar una Barcelona desierta de vez en cuando, y con cierta prisa, no es suficiente.
El filme abusa mucho de los flash backs, que poco aportan a la historia y ralentizan en exceso el devenir de los hechos. La falta de explicación también, como ya pasaba con FIN, juega en contra de la trama, e invita al espectador a no tomarse muy en serio todo lo que está viendo, obligándole a disfrutar únicamente de escenarios conocidos y preguntarse qué vendrá a continuación. El diseño de producción, en contra de lo que se preveía, resulta a nuestro juicio bastante limitado. Algunas escenas como la del intercambiador de Sants lucen más como plató televisivo que como gran despliegue técnico, y con la secuencia del supermercado pues nos invade la misma sensación. A años luz del cine de AMENABAR o BAYONA.
Si hablamos del reparto, la cosa está igual de complicada. QUIM GUTIÉRREZ, muy solvente en la comedia, interpreta hieráticamente a Marc, sin complicarse aparentemente. JOSÉ CORONADO, que engancha últimamente los proyectos de dos en dos, se salva porque ya tiene mucho oficio. Lo de LETICIA DOLERA parece más un cameo que otra cosa, y MARTA ETURA tampoco firma su mejor trabajo, aunque es verdad que aunque esté a medio gas, es muy capaz de salvar algunas escenas para alivio de todos.
Oportunidad de oro para los hermanos Pastor totalmente desperdiciada. Apostamos a que dentro de unos años sólo se recordará de la película las escenas de la ciudad condal desierta, y esto será en algún que otro documental/reportaje sobre curiosidades en el cine español moderno.
LO MEJOR:
■La valentía de sacar adelante un proyecto de esta naturaleza, y la frescura que representa en una oferta, la española, que tradicionalmente tiende a insistir en no abandonar el terreno de “lo seguro”
■LA FOTOGRAFÍA, la gran baza del filme en el apartado técnico.
■Su campaña de MK.
LO PEOR:
■Si el ataque del supermercado da la sensación de metida con calzador, la secuencia del oso no tiene ni pies ni cabeza.
■EL GUION, muy flojo y nada original. Mucha referencia, pero poca chicha.
■Sintiéndolo mucho, la interpretación de QUIM GUTIÉRREZ, que no está a la altura, o no quiere estarlo.
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