CLOUD GATE DANCE THEATRE OF TAIWAN
> ¡Hola Jose! No sabía que te gustaban estas cosas.
> Sí ((pero si es la primera vez en la vida que te veo en el auditorio)).
> Ya te queda menos para jubilarte.
> Bueno, aún unos años ((¿algún tópico más que decirme?)).
Conversación con un amigo anoche en el auditorio. Ballet contemporáneo, compañía taiwanesa, estupendo espectáculo. Muy motivado no estaba yo para sociabilizar, estos días están resultando duros, por lo que un paseo hasta el auditorio, tranquilamente, sin prisas, para terminar asistiendo a una hora y media de ballet, sin interrupciones, parecía un buen plan, como así lo fue. Un paseo por Santa Cruz, regresando por La Salle, desagradable déjà vu incluido. Fueron muchos años cruzando ese puente, viendo el mismo muro con ventanitas cuadradas, ahora convertido en una tapia inexpugnable coronado con una reja, no vaya a ser que...
Había tenido al mediodía un almuerzo libanés con parte de mi familia, la que uno escoge, para celebrar la vuelta navideña de mi ahijada. En el parking, el señor me hablaba de la nueva Ley de Bienestar Animal, celebrándola; amenazaba con extender la conversación aportando datos de las barbaridades que hacía la gente, pero lo supe atajar a tiempo. Todo empezó al preguntarle por un perro que dormitaba en una suerte de corralito en el garaje. Sí, sí, lo saco dos veces al día y lo dejo suelo para que corra, bla bla bla. Muy amable el caballero.
Por la mañana había tenido otra conversación con un señor cabizbajo que se cruzó conmigo en el hall del Ayuntamiento y me contó sus pesares. Venga conmigo, vamos a hablar con la ingeniera y le resolvemos su problema sobre la marcha. Ya en el despacho de mi compañera me dice sollozando: gracias, estoy muy nervioso, le agradezco que me hayan atendido, con una barba blanca lo vería como Papá Noel. Se lo agradezco, pero no sé yo si la comparación me gusta, más bien no (sonriendo, claro). El señor se fue feliz y yo regresé a mi despacho metiendo barriga. Todo suma.
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