Escribió Oscar Wilde: “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti”. Santiago Abascal consigue lo que quiere, estar continuamente en el candelero, o deberíamos decir "en el candelabro", para darle menos bombo. Una y otra vez publican sus desvaríos, esos que mucha gente justifica con la dichosa frasecita "es que dice lo que todo el mundo piensa", cosa que por supuesto es una falacia absoluta.
En su última salida de todo durante la toma de posesión de Javier Milei en Argentina, esta vez muy muy seria, soñaba con un Pedro Sánchez azote de partisanos, como aquella vez con Mussolini. Si es verdad que el PSOE lo va a demandar por delito de odio e incitación a la violencia -apuesto por ello-, ojalá esto tenga cauce legal. No se puede permitir en un país moderno, en Europa, en España, ¡España!, que un político electo, parlamentario y bla bla bla, diga estas barbaridades y se quede tan pancho. Los periódicos echan leña al fuego, cómo no, pero nosotros, el Pueblo, éste donde dicen recae el Gobierno☻, no debemos tolerarlo jamás. Abascal pide colgar a Pedro Sánchez por los pies, nos guste más o menos el Presidente, éste ha sido elegido por Mayoría Absoluta, que se dice pronto.
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