Habla lo menos posible, sólo cuanto te pregunten y response solo lo que te pregunten, a nadie le interesa tener más información tuya que la imprescindible. Sabias palabras, lástima que este consejo casi siempre haya caído en (mi) saco roto.
Mi madre, sabedora de mis horarios, me dice: es que trabajas mucho. Sí mamá, le digo, ya lo ves.
¿Para qué trabaja uno? Para vivir, nunca al revés, aunque cueste entender esta simpleza. Trabajo para vivir, para pagar, para compartir, para que puedan quitarme lo bailado. Los cánceres, ictus e infartos están sobrevolando nuestras cabezas y ante tal sobra únicamente nos queda Vivir, escrita con mayúscula siempre. Pero esto a veces no gusta, parece mentira. ¿Otra vez de viaje? ¿pero otra vez de viaje? ¿de viaje otra vez? ¿pero no acabas de volver de viaje? Y así todas las variantes que podamos imaginar, que el castellano da para mucho.
Al final, volviendo al consejo del principio, lo mejor será optar por la conversación inglesa de referencia: hace un buen día hoy, ¿no le parece?
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