martes, 5 de noviembre de 2013

MEDIO JARDÍN

Después de algunos meses en que uno de los diferenciales saltaba y no había manera de volverlo a subir -había que esperar a que saliera el sol y secara el jardín-, tuve ayer la visita de Cristo, un amigo electricista, que después de ver, mirar, tirar, desconectar, conectar y viceversa, separó la línea del jardín en dos y, hasta ahora, parece que funciona la cosa. He de esperar a comprobar si cuando llueva ocurre algo y, si no es así, habremos encontrado el punto donde ocurre el corto. Paciencia y optimismo.


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