Los Justos entre las Naciones
En un inicio, a continuación de la
distinción, iba a ir citando a los declarados justos; pero entiendo que quizas
este es un lugar más apropiado para aquellos que arriesgaron sus vidas por
salvar judíos.
Ignasi.
09.02.2006
Oskar Schidler (28 de abril de 1908 – 9 de octubre de 1974). Empresario alemán. Salvó unos 1.200 judíos del
Holocausto empleándolos en su fábrica de munición.
Tras el raid sobre el Ghetto de Cracovia de 1942, en que las S.S. transfirieron
los habitantes de ghetto al campo de concentración de Plaszow, Schindler quedó
conmocionado por el asesinato de muchos judíos que intentaron esconderse en sus
casas, creciendo su repulsión y su horror hacia la brutalidad nazi. Schindler
era un diplomático y, tras el raid, utilizó cada vez más sus habilidades (y
gastando auténticas fortunas) para salvas sus Schindlerjuden (Judíos de
Schindler). Consiguió que el SS-Haupsturmführer Amon Göth, el comandante del
campo de trabajo de Plaszow y compañero de bebida de Schindler, transfiriera
900 judíos a un campo adyacente a su fábrica de Zablocie, dónde estarían a salvo
de los guardianes alemanes, siendo esta su herramienta más efectiva (sin dudar
a falsificar los listados, en los que aparecían niños, amas de casa o abogados
como mecánicos y obreros metalúrgicos expertos).
Uno de los actos más humanitarios más notables de los Schindler fue con 120
presos de Goleszow (un campo secundario de Auschwitz). Habían estado trabajando
en una cantera y estaban siendo enviados al oeste en vagones de ganado, sin
comida ni agua. Tras 7 días de viaje finalmente pararon junto a Brunnlitz. Los
Schindler consiguieron llevar comida a los internos. Cuando abrieron los
vagones, había por lo menos 13 cuerpos congelados. Schindler consiguió que, en
lugar de ser incinerados en el crematorio del campo, fuesen enterrados de
acuerdo con los ritos judíos en una parcela que compró para tal fin junto al
cementerio católico. El resto recibieron cuidados médicos y sobrevivieron.
En los últimos días de la guerra, poco antes de que el Ejército Rojo entrara
Moravia, los Schindler consiguieron llegar hasta el territorio controlado por
los aliados en occidente. El campo de Brünnlitz fue liberado en mayo de 1945.
Murió en Hildesheim, Alemania, el 9 de octubre de 1974, con 66 años, y está
enterrado en el cementerio católico del Monte Sión de Jerusalén. Fue declarado “Justo entre las
Naciones” por el memorial de Yad Vashem el 1 de julio de 1967, permitiéndosele
plantar un árbol en la Avenida de los Justos.
Su mujer, Emilie, murió el 5 de octubre del 2001 y está enterrada en
Alemania. El 24 de junio de 1993, Yad Vashem confirmó su decisión y extendió el
reconocimiento de “Justo entre las naciones” a ella. Su historia, narrada por
Poldek Pfedderberg (un Schindlerjuden) fue la base del libro “Schindler’s Ark”,
luego titulado “Schindler’s List” de Tom Keneally, sobre el que se basó la
película de Spielberg.
Schindler nació en Zwittau,
(Bohemia), entonces parte del Imperio Austro-Húngaro (hoy en la República
Checa), en el sí de una familia de negociantes católicos pertenecientes a la
comunidad germana.. Durante la Gran Depresión de 1930 la familia sufrió, y
Schindler se afligió al Partido Nazi en 1938 tras la Anexión. Si hay que
calificarlo de algo, sería de oportunista. Tras la invasión de Polonia, fue uno
de los muchos que consiguió beneficios en el nuevo territorio: adquirió una
fábrica a precio de saldo en Cracovia (anteriormente propiedad de un judío),
bautizándola Deutsche Emaillewaren-Fabrik, para fabricar productos esmaltados.
También obtuvo unos 1.300 trabajadores esclavos judíos, con tal de trabajar en
su fábrica, con la ayuda de su contable, Itzhak Stern, judío también, y empezó
a amasar una fortuna. Si bien en un principio sus motivaciones eran simplemente
económicas, poco a poco fue protegiendo a sus trabajadores (haciendo que fuesen
declarados trabajadores esenciales para la maquinaria de guerra, y amenazando
con quejas y demandas de compensación gubernamentales), si bien nunca
desarrolló ningún tipo de resistencia ideológica contra el régimen. Hoy se sabe
que, además, Schindler fue un agente del Abwehr.
Fue detenido por la GESTAPO dos
veces por sospechas de conspiración, irregularidades o por favorecer judíos,
pero en ambos casos consiguió librarse de ser encarcelado. Schindler
normalmente sobornaba a los oficiales del gobierno, con tal de evitar una
investigación. En 1943 fue a Budapest para encontrarse con dos representantes
de los judíos húngaros, tras la invitación del American Jewish Joint
Distribution Committee, informándoles de la desesperada situación de los judíos
en Polonia.
Con el avance del Ejército Rojo,
los campos fueron movidos hacia el oeste (siendo la mayor parte de sus
habitantes enviados a campos de exterminio). Schindler consiguió que el OKW le
diera una autorización oficial para seguir fabricando, movió sus 1.200
“trabajadores” a Brünnlitz, en los Sudetes, en octubre de 1944. Cuando parte de
su convoy fue desviada hacia Auschwitz, consiguió que le fueran devueltos (a
cambio de un pago a la Gestapo de 7RM diarios por cabeza). Este fue el único
caso en que un grupo fue liberado de Auschwitz con las cámaras de gas en
funcionamiento.
Tras la guerra emigró a Argentina,
se arruinó y en 1958 volvió a Alemania, donde probó con diversos negocios, que
no tuvieron éxito. En la etapa final de su vida, algunos de los judíos a los
que salvó le ayudaron económicamente. Cuando en 1961 visitó Israel por 1ª vez
(de un total de 17) fue recibido por 220 entusiastas supervivientes. A partir
de ese momento vivió entre Alemania y Israel.
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