"Blue Jasmine" es la última película de Woody Allen, la cual vimos anoche. El personaje de Jasmine, interpretado por la estupenda Kate Blanchet, llena la pantalla de esnobismo, angustia vital, neurosis y alcohol con San Francisco de fondo y retazos de la buena vida de los ricos neoyorquinos. Además una banda sonora magnífica y la recurrente Blue Moon, la canción que sonaba cuando conoció a Hal. Muy recomendable.
Aura G. Torres. 11/11/13.
Embarcamos en un avión de Nueva York a San Francisco y nuestra compañera de asiento ya nos ha contado media vida antes de que nos abrochemos el cinturón de seguridad... Cuando aterrizamos en la ciudad californiana, seis horas y media de vuelo después de volar de costa a costa de los Estados Unidos, en la cinta de recogida de equipaje todavía le quedan cosas que contarnos, como que ella y su hermana son adoptadas...
Esta primera secuencia de Blue Jasmine es toda una declaración de intenciones del personaje que nos regala Cate Blanchett (Jasmine en la película), una mujer neurótica y desquiciada y que habla sola, el tipo de personaje femenino escrito por Woody Allen que la australiana borda a la perfección y al que aporta muchos más matices de los que podríamos imaginar.
La nueva película de Woody Allen se estrena en España este viernes 15 de noviembre, con bastante retraso respecto a EE.UU. y a la mayoría de los países europeos.
En el filme, Jasmine era un ama de casa elegante de la alta sociedad neoyorquina gracias a la posición de su marido, el adinerado hombre de negocios Hal (Alec Baldwin), pero que de repente se ve en la calle y sin dinero después de que su esposo sea detenido por sus prácticas no demasiado legales. Jasmine se ve obligada a mudarse al modesto apartamento de su hermana Ginger (Sally Hawkins) en San Francisco para intentar recomponer su vida. A base de antidepresivos, Jasmine intentará lidiar con su nueva vida alejada del glamour y compartirla con su hermana, cajera de un supermercado.
Tras su periplo por varias ciudades europeas con Vicky Cristina Barcelona (2008), la genial Midnight in Paris(2011) y A Roma con amor (2012), con escalas en EE.UU. (Si la cosa funciona, 2009; y Conocerás al hombre de tus sueños, 2010), Woody Allen vuelve a su amada Nueva York -en flashbacks-, aunque la trama principal transcurre en San Francisco, la "ciudad más europea" de Norteamérica. No obstante, al contrario que en Europa, Allen no exhibe los aspectos más pintorescos de la ciudad californiana, sino su ambiente laboral, que se encargar de retratar el vasco Javier Aguirresarobe, que repite como director de fotografía del director neoyorquino tras Vicky Cristina Barcelona.
Con Blue Jasmine también vuelve el Woody Allen tragicómico y mordaz de sus mejores tiempos y el de los diálogos y situaciones absurdas. Aunque el argumento pueda parecer agotado en un momento determinado, Cate Blanchett -la nueva musa del director judío- actúa de salvadora con su espléndida actuación.
La actriz australiana, ganadora de un Oscar por El aviador (2005) y nominada otras tres veces más, es sin lugar a dudas una de las mejores intérpretes femeninas actuales y Woody Allen no podía resistirse a llamarla; ni ella a su llamada: "Si te llama Woody Allen sabes que lo que te pida lo vas a hacer", confesaba Blanchett el pasado septiembre a RTVE en Londres en la presentación de la cinta.
Blanchett fue la primera elección para Allen, y sin ningún tipo de duda: "Cate es una de esas grandes actrices del mundo. Puedes encontrar a otras actrices que son muy buenas, que interpretan la frustración y la desesperación y lloran como Cate, pero por alguna razón, ella proyecta en la pantalla una tremenda profundidad que te absorbe. Sientes la profundidad que alcanza y ahí radica su don".
Sobre su personaje, la protagonista resalta como ejemplo de su personalidad se cambió el nombre de Jeanette a Jasmine, mucho más poético: "Siempre suele desviarse ligeramente de la verdad. Pequeñas fantasías como esa son inofensivas en sí mismas, pero cuanto más creas, más te vas alejando de la realidad", explica Blanchett, que también recuerda que su personaje ha basado su vida "en escalar peldaños en el mundo mediante su relación con el hombre adecuado, y cree que todo depende del hombre al que te unas, y no de lo que puedas obtener por tus propios medios".
Con la clásica canción "Blue Moon" como hilo de los recuerdos de Jasmine -el tema que sonaba cuando conoció a Hal-, su personaje se cruzará con los 'vulgares' hombres de su hermana, como su actual novio mecánico Chili (Bobby Cannavale), su exmarido constructor Augie (Andrew Dice Clay), un peculiar dentista para el que trabajará de secretaria, el doctor Flicker (Michael Stuhlbarg), y un diplomático en el que ve su tabla de salvación, Dwight (Peter Sarsgaard). Ante todos ellos, Jasmine intentará presentarse como el tipo de persona que una vez fue, o que creyó ser, e intentar olvidar lo que realmente es o en lo que se ha convertido.
"Hasta cierto punto, todos vemos en las personas que nos rodean lo que queremos ver y, por supuesto, también en nosotros mismos. Es muy, muy difícil para el ser humano mirarse de verdad al espejo, y ver realmente quiénes somos, con todos nuestros defectos, y eso es muy difícil de cambiar. Al final, Jasmine es el producto de todo el delirio y evasión que todos tenemos, hasta cierto punto, pero con el tiempo, se ha convertido en una soñadora a gran escala", concluye Blanchett.
La lotería de Woody Allen, con su afán de presentar una película al año, cuando no dos, esta vez ha salido acertada, aunque mucho le debe a la actriz que puede entrar en su pabellón de grandes musas para interpretar a sus personajes femeninos junto a Diane Keaton, Mia Farrow, Mira Sorvino, Scarlett Johansson o Penélope Cruz, por citar solo algunas.
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