Si hace unos días colocaba un vídeo de Luis García Berlanga sobre el olvido de los olvidados, hoy amanezco con la noticia de su muerte. Descanse en paz.
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Luis García Berlanga fallece a los 89 años
Su capilla ardiente se abrirá esta tarde en la Academia de Cine.
JESÚS RUIZ MANTILLA - Madrid - 13/11/2010
Llevaba tres años apartado del mundo, su último plano lo rodó en 1999, junto al Mediterráneo, en Peñíscola. Fue para París Tombuctú, una película coral, en la que no regateó el tema de la muerte. La misma que le sorprendió esta madrugada a las cinco, en su casa de Pozuelo. Ya lo había dado todo en el cine. Ya había pasado por méritos propios a la historia del arte universal.
La última vez que apareció en público fue en julio de este año. Acudió en silla de ruedas a la inauguración de la Sala Berlanga, en Madrid. A los presentes se les quedó grabado un gesto. Parece que andaba despistado, no conocía ya a muchos de los que le rodeaban. Pero sentía. Con la mano se dibujó unas lágrimas en la cara.
Es lo menos que podía tributarle el mundo del cine: una sala con su nombre. Una sala donde volver a contemplar sus propias obras maestras: de Bienvenido Mister Marshall a Plácido, pasando por la genialidad de El verdugo, la serie que comenzó en La escopeta nacional, la visión tan descarnada y absurda de la guerra que da en La vaquilla.
Con Luis García Berlanga muere un estilo, una voz, la visión de un país, una cultura, una filosofía propia sobre el género humano, zurcida a dúo con otro genio, el guionista Rafael Azcona. Fue fetichista, director de una colección de literatura erótica que ha marcado época, como la sonrisa vertical. Pero ante todo fue el cronista y la conciencia -buena y mala- de un país enfangado por los traumas de la guerra, el notario de una supervivencia colectiva.
Amante de la improvisación, en su última etapa no se hartaba de decir que los guiones eran los Goebbels de las películas, que confiaba en una naturalidad instantánea, un rayo de inspiración que a veces cuadraba mal con su obsesión por los planos secuencia, pero que cuando funcionaba le resultaba redonda. Valenciano, mediterráneo, obsesionado por la sensualidad, su cine fue una manera de hablar, una manera de plantar cara al absurdo de la vida con humor y tragedia, con piedad y comprensión. La obra de un poeta visual, descarnado y tierno, radical y piadoso.
Berlanga, que nació en Valencia el 12 de junio de 1921 en el seno de una familia burguesa y era nieto de un gobernador de su ciudad e hijo de un diputado de la Unión Republicana (Frente Popular), ha fallecido "de mayor" y "tranquilamente", según un miembro de su familia. Su capilla ardiente se abrirá a las 19.00 en la Academia de Cine (calle Zurbano 5, Madrid). El cineasta y académico fue Premio Príncipe de Asturias en 1986, Premios Nacional de Cinematografía (1981) y la Medalla de Oro de Bellas Artes (1983).
Filmografía
Tres cantos (1948). Cortometraje.
Paseo por una guerra antigua (1948). Cortometraje, codirigida con Juan Antonio Bardem, Florentino Soria y Agustín Navarro.
El circo (1949). Cortometraje.
Esa pareja feliz (1952). Codirigida con Juan Antonio Bardem.
Bienvenido, Mister Marshall (1953).
Novio a la vista (1954).
Calabuch (1956).
Los jueves, milagro (1957).
Se vende un tranvía (1959). Cortometraje para televisión de 28 minutos de duración, escrito por Berlanga y Azcona, y dirigido por Juan Estelrich bajo supervisión de Berlanga.
Plácido (1961).
Las cuatro verdades ("Les quatre vérités", 1963), episodio La muerte y el leñador. Adaptación de las fábulas de Jean de la Fontaine en una coproducción franco-italo-hispano-alemana de excelente reparto. Los tres episodios restantes estaban dirigidos por René Clair, Hervé Blomberger y Alessandro Blasetti, y el metraje original de la cinta se emitió en la TV francesa con el título "Les fables de La Fontaine" en 1964.
El verdugo (1963).
Las pirañas (La boutique, 1967). Coproducida con Argentina.
¡Vivan los novios! (1969).
Tamaño natural ("Grandeur nature", 1974).
La escopeta nacional (1977).
Patrimonio nacional (1981).
Nacional III (1982).
La vaquilla (1985).
Moros y cristianos (1987).
Todos a la cárcel (1993).
Villarriba y Villabajo (para televisión), (1994). Creador de la serie y guionista, fue dirigida por José Luis García Berlanga, Carlos Gil y Josetxo San Mateo.
Blasco Ibáñez, la novela de su vida (para televisión, 1997).
París Tombuctú (1999).
El sueño de la maestra (2002). Cortometraje.
Su capilla ardiente se abrirá esta tarde en la Academia de Cine.
JESÚS RUIZ MANTILLA - Madrid - 13/11/2010
Llevaba tres años apartado del mundo, su último plano lo rodó en 1999, junto al Mediterráneo, en Peñíscola. Fue para París Tombuctú, una película coral, en la que no regateó el tema de la muerte. La misma que le sorprendió esta madrugada a las cinco, en su casa de Pozuelo. Ya lo había dado todo en el cine. Ya había pasado por méritos propios a la historia del arte universal.
La última vez que apareció en público fue en julio de este año. Acudió en silla de ruedas a la inauguración de la Sala Berlanga, en Madrid. A los presentes se les quedó grabado un gesto. Parece que andaba despistado, no conocía ya a muchos de los que le rodeaban. Pero sentía. Con la mano se dibujó unas lágrimas en la cara.
Es lo menos que podía tributarle el mundo del cine: una sala con su nombre. Una sala donde volver a contemplar sus propias obras maestras: de Bienvenido Mister Marshall a Plácido, pasando por la genialidad de El verdugo, la serie que comenzó en La escopeta nacional, la visión tan descarnada y absurda de la guerra que da en La vaquilla.
Con Luis García Berlanga muere un estilo, una voz, la visión de un país, una cultura, una filosofía propia sobre el género humano, zurcida a dúo con otro genio, el guionista Rafael Azcona. Fue fetichista, director de una colección de literatura erótica que ha marcado época, como la sonrisa vertical. Pero ante todo fue el cronista y la conciencia -buena y mala- de un país enfangado por los traumas de la guerra, el notario de una supervivencia colectiva.
Amante de la improvisación, en su última etapa no se hartaba de decir que los guiones eran los Goebbels de las películas, que confiaba en una naturalidad instantánea, un rayo de inspiración que a veces cuadraba mal con su obsesión por los planos secuencia, pero que cuando funcionaba le resultaba redonda. Valenciano, mediterráneo, obsesionado por la sensualidad, su cine fue una manera de hablar, una manera de plantar cara al absurdo de la vida con humor y tragedia, con piedad y comprensión. La obra de un poeta visual, descarnado y tierno, radical y piadoso.
Berlanga, que nació en Valencia el 12 de junio de 1921 en el seno de una familia burguesa y era nieto de un gobernador de su ciudad e hijo de un diputado de la Unión Republicana (Frente Popular), ha fallecido "de mayor" y "tranquilamente", según un miembro de su familia. Su capilla ardiente se abrirá a las 19.00 en la Academia de Cine (calle Zurbano 5, Madrid). El cineasta y académico fue Premio Príncipe de Asturias en 1986, Premios Nacional de Cinematografía (1981) y la Medalla de Oro de Bellas Artes (1983).
Filmografía
Tres cantos (1948). Cortometraje.
Paseo por una guerra antigua (1948). Cortometraje, codirigida con Juan Antonio Bardem, Florentino Soria y Agustín Navarro.
El circo (1949). Cortometraje.
Esa pareja feliz (1952). Codirigida con Juan Antonio Bardem.
Bienvenido, Mister Marshall (1953).
Novio a la vista (1954).
Calabuch (1956).
Los jueves, milagro (1957).
Se vende un tranvía (1959). Cortometraje para televisión de 28 minutos de duración, escrito por Berlanga y Azcona, y dirigido por Juan Estelrich bajo supervisión de Berlanga.
Plácido (1961).
Las cuatro verdades ("Les quatre vérités", 1963), episodio La muerte y el leñador. Adaptación de las fábulas de Jean de la Fontaine en una coproducción franco-italo-hispano-alemana de excelente reparto. Los tres episodios restantes estaban dirigidos por René Clair, Hervé Blomberger y Alessandro Blasetti, y el metraje original de la cinta se emitió en la TV francesa con el título "Les fables de La Fontaine" en 1964.
El verdugo (1963).
Las pirañas (La boutique, 1967). Coproducida con Argentina.
¡Vivan los novios! (1969).
Tamaño natural ("Grandeur nature", 1974).
La escopeta nacional (1977).
Patrimonio nacional (1981).
Nacional III (1982).
La vaquilla (1985).
Moros y cristianos (1987).
Todos a la cárcel (1993).
Villarriba y Villabajo (para televisión), (1994). Creador de la serie y guionista, fue dirigida por José Luis García Berlanga, Carlos Gil y Josetxo San Mateo.
Blasco Ibáñez, la novela de su vida (para televisión, 1997).
París Tombuctú (1999).
El sueño de la maestra (2002). Cortometraje.
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