Se terminó oficialmente la Navidad para mi, hoy es mi último día de vacaciones y mañana vuelvo al Ayuntamiento. Las vacaciones tienen eso que no se puede explicar, ese sentimiento de felicidad que, desgraciadamente, es la explicación palpable de la existencia de la teoría de la relatividad: los primeros días se ve el final de ellas muy lejos pero, ha medida que los días van avanzando disminuye exponencialmente la percepción del tiempo.
Ya tengo la "lista de la compra" sobre mi mesa de despacho, así que será llegar y besar el santo. Por ahora no hay cambios sustanciales en mi vida, siguen las obras en GC, que van bien pero ya se sabe que el que espera desespera, así que no hay aún teletrabajo.¡ y la vida seguirá igual.
Estos días viendo la programación de la temporada de ópera de Las Palmas de Gran Canaria y pendientes de la siguiente en Santa Cruz de Tenerife, a la que iré.
En fin, que sea lo que tenga que ser.
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