¿Necesito una tele más grande?
¿Necesito una camiseta nueva?
Y así sin papar, una lista interminable.
La respuesta obvia es NO, ya, sí, cierto, lo sé, no nos vamos a engañar; somos afortunados, nos falta muy poco o quizá nada.
Ahora haré la pregunta de otra manera: ¿para qué trabajo?
¿Te robo algo haciendo estas cosas?
¿Te molesta mi forma de vida?
Rompo una lanza en favor del CARPE DIEM, de vivir la vida, de los dos días que son, del ¡a quién le importa! y, por supuesto, del todo lo que no se da se pierde.
También lanzo una ídem a los miserables, a los egoístas, a los insensibles, a los que han olvidado a mi madre tras la ida de mi padre, a los maltratadores, a los jetas, a los defraudadores, a los sádicos, a los pederastas, a los ladrones (de guante blanco, sobre todo), a los 3% (¿o era un 5%?); a los agujeros negros, a la mala gente.
Y vivo con la ilusión del futuro, que es hoy; de compartirlo todo, lo que tengo y lo que tendré, conmigo y con los demás; de viajar a Alarcón, a Teruel, que también existe, a Palencia, de volver a ver la Alhambra; de habitar la Nueva Villa Augusta, que también es "tu casa", tú ya lo sabes; de sacar al modelo de CK de dentro (porque soñar es gratis); de ver crecer a mis sobrinos, los que son y los que también; de todo eso que crees, sí, con esa ilusión también vivo.
2024, un nuevo año al que le pedimos salud, basta con esto.
Salud para todo, para todos.
PD. Y música.
♫
Jason Snow, *La calle de la nostalgia.
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