La judicialización de nuestra existencia ha llegado a límites insospechados: familias que se demandan unos a otros, políticos acusados de respirar, funcionarios en constante punto de mira... Sabido es que el miedo es siempre un mal compañero de viaje pero ¿cómo evitarlo en algunas ocasiones? Se empieza siempre por pagar el mismo precio, insomnio.
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Simple Minds, *Don't you (forget about me).
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