Recuerdo un regalo de hace años, demasiados ya, con una de esas frases célebres atribuidas a Charles Chaplin, en esta ocasión sobre las equivocaciones que cometemos, algo como "sólo se equivoca el que dice o hace algo". La frase, que posiblemente no estaba escrita así ni de lejos, creo que venía a decir más o menos eso. Con los años, algo tan simple se ha ido demostrando una y otra vez, casi a diario osaría decir.
Asumiendo que uno es una gota en el mar, insignificante, no deja de afectar lo acontecido, por recurrente, por injusto, por absurdo. No queda otra que seguir trabajando, esta verdad la tenemos aprendida a fuego. Por eso se hace tan importante buscar -y encontrar, mejor- esos pequeños momentos de placer, esas islas entre tanta mediocridad y grisura, esos farolillos encendidos en la niebla, ese trozo de madera flotando sobre el mar tormentoso. Entiérrame de una vez o libérame.
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Barbara Strozzi, *L'Eraclito amoroso.
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