Entrar a la consulta del dermatólogo es como saber que uno ha pasado toda su vida dentro de la caverna de Platón, obsolutamente ignorante de los males del sol; ¡y eso que yo me cuido de él desde hace 30 años! Pues ni así, todo lo he hecho mal: la crema solar no es suficiente, tengo falta de vitaminas, uso gorras de tela inadecuada, el sol aquí es malo malo, ¡vivimos en Canarias!, el cáncer acecha... Quién iba a decir que la vieja canción de Los Mismos era toda una premonición.
Así, entre lavados de cara, cremas nocturnas y matinales, cremas solares y demás potingues, acaba todo siempre metiéndose en los ojos -les juro que tengo cuidado al extenderla-, por lo que durante los primeros minutos del día me siento Mr. Magoo.
♫
Los Mismos, *El hombre del tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario