No me gustan los lunes, como a todo hijo vecino, pero tampoco los domingos. Ya está la cabeza dando vueltas a lo que llega mañana, y pasado y el otro... Estoy harto, absolutamente. Harto de que me exploten, de las injusticias, de la política malentendida, de los ladrones, de los egoístas, de los mentirosos, de los falsos amigos, de esta vida gris, del futuro que no llega, del pasado que se fue, de la nada, de todo. Estoy agotado, necesito un cambio. Tan sencillo y tan difícil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario