El coronavirus, la pandemia, el confinamiento y todo esto que ha convertido el año 2020 en el perfecto ejemplo de año para olvidar, nos ha cambiado la vida y nuestro comportamiento en general. Lo último antes de salir a la calle es echarse al cuello la mascarilla, artilugio que nos ha convertido a todos en bandoleros a punto de atacar la última diligencia. Se acabaron los besos, los abrazos, los roces varios tan latinos. Se acabaron los planes de futuro, que es hoy. Continúa la muerte recogiendo su cosecha pero ahora parece que nos afecta más, cercana o desconocida; sin escape, que diría el pesimista.
¡Oh, Capitán, mi Capitán! Nuestro azaroso viaje ha terminado, que diría Walt Withman a Lincoln y que igual pudiera estar recitándonos a todos hoy. Pero mientras exprimamos lo que tenemos, aunque el sabor sea agrio. Un poco de azúcar* y listo.
*Amor, familia, amigos, animales, música, libros, árboles, mar, naturaleza, viajes...
♫
Viva Suecia, *Lo que te mereces.
1 comentario:
Carpe diem
Publicar un comentario