Continúo con la apasionante lectura de "Vidas escritas" de Javier Marías, descubriendo y disfrutando con las peculiaridades de los escritores que en ella él describe.
Dos pequeñas muestras. Henry James, que por su afán de claridad, en una ocasión, para referirse a un perro, y a fin de evitar el directo término, recurrió a definirlo como 'algo negro, algo canino...'. O en el momento de su muerte: '¡Así que al fin ha llegado, esa cosas distinguida!'.
También están las famosas manías de Vladimir Nabokov, que odiaba el jazz, los toros, las máscaras folklóricas primitivas, la música ambiental, las piscinas, los camiones, los transistores, el bidet, los insecticidas, los yates, el circo, los gamberros, los night-clubs y el rugido de las motocicletas, por mencionar sólo unos pocos ejemplos.
1 comentario:
Pues mira que si cuentas alguna de J. Joyce!!!! jejejej
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