lunes, 27 de septiembre de 2010

MILK vs WHITE

Harvey Bernard Milk (Nueva York, 22 de mayo de 1930 – San Francisco (California), 27 de noviembre de 1978) fue un político y activista gay estadounidense, quien se convirtió en el primer hombre abiertamente homosexual en ser elegido para un cargo público en los Estados Unidos, como miembro de la Junta de Supervisores de San Francisco en 1977. Milk nació y creció en Nueva York, donde aceptó su homosexualidad siendo adolescente, pero mantuvo sus relaciones sexuales en secreto y con discreción hasta convertirse en adulto. Su experiencia en la contracultura de la década de 1960 le permitió abandonar muchos de sus puntos de vista conservadores sobre la libertad individual y la expresión de la sexualidad.
Aunque era muy inquieto —trabajaba en diferentes profesiones y cambiaba de casa con frecuencia—, en 1972 decidió trasladarse definitivamente a San Francisco. Se asentó en el distrito de Castro, un vecindario que entonces experimentaba un masivo aflujo migratorio de homosexuales, y abrió la tienda Castro Camera, que se convertiría más adelante en la sede central de sus campañas y punto de reunión de sus colaboradores.
Milk se sintió llamado a presentarse como candidato a supervisor de la ciudad de San Francisco en 1973, aunque encontró cierta resistencia en el orden político gay establecido hasta entonces. Su campaña fue comparada con el teatro: era descarado, directo, animado y extravagante, ganando la atención de los medios de comunicación y obteniendo votos, aunque no los suficientes para ser elegido. Hizo campaña de nuevo en las dos elecciones siguientes, apodándose a sí mismo como el «alcalde de la calle Castro». Los votantes fueron suficientes para permitirle presentarse también a la Asamblea Estatal de California. Aprovechándose de su creciente popularidad, dirigió el movimiento político gay en feroces batallas contra las iniciativas antihomosexuales.
Milk fue elegido supervisor en 1977, después de que San Francisco reorganizara su procedimiento electoral para elegir representantes por barrios en vez de realizar una única votación a nivel de la ciudad. Estuvo once meses en el puesto de supervisor municipal y fue responsable de la aprobación de una estricta ordenanza sobre los derechos de los gays en San Francisco. El 27 de noviembre de 1978, Milk y el alcalde George Moscone fueron asesinados por Dan White, otro supervisor de la ciudad que había dimitido recientemente y quería recuperar su cargo. Tanto la elección de Milk como los sucesos que siguieron a su asesinato pusieron de manifiesto la liberalización de las actitudes ciudadanas en San Francisco y los conflictos políticos existentes entre el gobierno de la ciudad y una fuerza policial conservadora.
Milk se ha convertido en un ícono y en «un mártir por los derechos de los gays», de acuerdo al profesor Peter Novak de la Universidad de San Francisco. Mientras que las clases políticas dirigentes de la ciudad insistían en que los gays debían colaborar con los políticos liberales y contenerse en la lucha por sus objetivos, él los animaba abiertamente a emplear su creciente poder en la ciudad y a apoyarse entre sí. Su fin era dar esperanza a los parias gays en todo Estados Unidos. En 2002 se le consideró «el funcionario abiertamente LGBT más famoso e influyente jamás electo en los Estados Unidos». El escritor John Cloud señaló así su influencia: «Tras desafiar la clase gobernante de San Francisco en 1977 para convertirse en un miembro del panel de supervisores, muchas personas —hetero y homosexuales— tuvieron que ajustarse a una nueva realidad que él encarnaba: que los gays podían llevar una vida honesta y de éxito».


El arresto de Dan White y su juicio causaron sensación e ilustraron las severas tensiones existentes entre la población liberal y la policía local. Los policías de San Francisco eran en su mayoría descendientes de irlandeses de clase trabajadora a los que disgustaba la creciente cantidad de gays inmigrantes, así como la dirección liberal del gobierno de ciudad. Después de que White se entregase y confesase, estuvo sentado en su celda, mientras sus antiguos colegas contaban chistes sobre Harvey Milk; algunos policías llevaban en público camisetas con «Liberen a Dan White» el día después de los asesinatos. Un policía de San Francisco comentó más tarde: «Cuanto más observaba lo que estaba pasando en la cárcel, menos veía lo que hizo Dan White como el acto de un individuo y comenzaba a verlo como un acto político en un movimiento político». White no mostró ningún remordimiento por sus acciones y sólo exhibió vulnerabilidad durante una llamada de ocho minutos a su madre desde la cárcel. El jurado elegido para el juicio de White eran personas blancas de clase media de San Francisco, en su mayoría católicos; gays y minorías étnicas no fueron tomados en cuenta. El jurado tenía claras simpatías por el acusado; algunos de los miembros lloraron cuando oyeron la grabación de la confesión llorosa de White, al final de la cual el interrogador le da gracias por su sinceridad. El abogado defensor de White, Doug Schmidt, argumentó que éste no era responsable por sus acciones, empleando la defensa conocida como responsabilidad disminuida: «Buena gente, gente de bien, con antecedentes limpios, simplemente no matan a personas a sangre fría». Schmidt intentó probar que el estado mental angustiado de White era resultado de la manipulación de los políticos del ayuntamiento, quienes lo habían decepcionado y frustrado de forma consistente, prometiéndole finalmente devolverle su puesto para negárselo de nuevo. Schmidt argumentó que el estado de deterioro mental fue manifestado y agravado por el atracón de comida basura que White se había dado la noche anterior a los asesinatos, pues era bien conocido que era cuidadoso con la alimentación sana. Los periódicos del área de San Francisco enseguida la denominaron como la «defensa twinkie». White fue declarado inocente de los asesinatos el 21 de mayo de 1979, pero culpable de homicidio sin premeditación de las dos víctimas y sentenciado a siete años y dos tercios. Con la sentencia reducida por buena conducta y abono de la prisión preventiva, sería liberado a los cinco años. Lloró cuando oyó el veredicto.
La alcaldesa en funciones Dianne Feinstein, la supervisora Carol Ruth Silver y el sucesor de Milk, Harry Britt, condenaron la decisión del jurado. Cuando se hizo el anuncio a través de la radio de la policía local, alguien cantó «Danny Boy». Una masa de personas se dirigió desde el distrito de Castro hacia el ayuntamiento, cantando «venguen a Harvey Milk» y «se ha salido con la suya a pesar del asesinato». Los disturbios se intensificaron rápidamente cuando los manifestantes comenzaron a lanzar piedras sobre las puertas principales del edificio. Los amigos de Milk y sus ayudantes intentaron parar la destrucción, pero la turba de más de 3.000 personas los ignoró e incendió coches de policía. Introdujeron un dispensador de periódicos ardiendo por las puertas rotas del ayuntamiento y luego aplaudieron según iban creciendo las llamas. Uno de los manifestantes respondió a un periodista que le preguntaba por qué estaban destruyendo parte de la ciudad: «Sólo dígale a la gente que comimos demasiados twinkies. Esa es la razón por la que esto está pasando». El jefe de la policía ordenó a sus oficiales no tomar represalias, pero sí mantenerse en sus puestos. Los White Night Riots («disturbios de la noche de White» o «de la noche blanca»), como se han llegado a conocer, duraron varias horas.
Más tarde, esa noche, varios coches de policía llenos de oficiales con armadura antidisturbios llegaron al bar Elephant Walk de la calle Castro. El protegido de Milk, Cleve Jones, y un periodista del San Francisco Chronicle, Warren Hinckle, observaron cuando los policías tomaron por asalto el bar y comenzaron a maltratar a clientes al azar. Tras quince minutos de tumulto, abandonaron el bar y golpearon a los viandantes. El jefe de la policía finalmente ordenó a los oficiales que saliesen del barrio. Por la mañana, 61 policías y 100 manifestantes y residentes gay de Castro habían sido hospitalizados. Los daños al ayuntamiento, coches de policía y el bar Elephant Walk superaron el millón de dólares.
Tras el veredicto, el fiscal del distrito se hubo de enfrentar a una furiosa comunidad gay para explicar lo que había sucedido. El abogado acusador admitió haber sentido pena por White antes del juicio y cometer la negligencia de no preguntar al interrogador quién había grabado la confesión del acusado —que de hecho fue un amigo de infancia de White y entrenador de su equipo de sófbol en la policía—, ni sobre su sesgo y el apoyo que White obtuvo del departamento policial porque, según afirmó, no quería avergonzar al detective delante de su familia en el juzgado. El abogado acusador tampoco preguntó sobre el estado de ánimo de White, la falta de un historial de desequilibrio mental, ni trajo a colación la política municipal para sugerir que la venganza podría haber sido un motivo. La supervisora Carol Ruth Silver testificó en el último día del juicio que White y Milk no estaban en buenos términos. Sin embargo, fue ella quien se puso en contacto con el abogado de acusación e insistió en testificar. Fue el único testimonio que el jurado oyó sobre la tensa relación entre Milk y White. El fiscal del distrito echó la culpa al jurado, cuyos miembros declararon que «se habían visto arrebatados por el aspecto emocional del juicio».
Los asesinatos de Milk y Moscone y el juicio de White cambiaron la política en la ciudad de San Francisco y el sistema legal de California. En 1980 San Francisco eliminó las elecciones de supervisores por distritos, temiendo que una Junta de Supervisores dividida a tal punto sería perjudicial para la ciudad y que ello hubiera sido un factor en los asesinatos. Un movimiento de base de los barrios tuvo éxito a mediados de la década de 1990 y la ciudad volvió al sistema de representación por barrios en 2000. Como resultado del juicio de White, los votantes de California cambiaron la ley para reducir la probabilidad de absoluciones de acusados que sabían lo que estaba haciendo, pero afirmaban que su capacidad estaba disminuida. La capacidad disminuida fue abolida como defensa frente a una acusación, pero las cortes permitieron evidencia de ella para tomar decisiones sobre el encarcelamiento, internamiento en un hospital psiquiátrico u otro tipo de castigo para un condenado. La «defensa twinkie» entró en la mitología de Estados Unidos, popularmente descrita como el caso en el que un asesino escapa a la justicia porque se ha dado un atracón de comida basura, simplificando la falta de saber político de White, su relación con George Moscone y Harvey Milk y lo que el columnista del San Francisco Chronicle, Herb Caen, describió como el pandémico «desencanto —y me quedo corto— de los homosexuales» por la policía.
Dan White estuvo en la cárcel poco más de cinco años por el asesinato doble de Moscone y Milk. El 22 de octubre de 1985, un año y medio después de su liberación, fue encontrado muerto dentro un coche en marcha en el garaje de su ex mujer. Tenía 39 años. Su abogado defensor dijo a los periodistas que White estaba abatido por la pérdida de su familia y la situación que había causado, añadiendo: «Este era un hombre enfermo».

*Danny boy, Johnny Cash.

1 comentario:

Juan Duque Oliva dijo...

Muy emotiva la entrada, aún a pesar de ser tan periodística, bo es fácil hacer eso y lo conseguiste.

A ver si aprendemos de una vez a ser más humanos, historias como estas son terribles