Demasiados años tardé en visitar Grecia. Durante la carrera de Arquitectura estudiamos el arte clásico, la cultura grecorromana; siempre me gustó la Historia del Arte y además sacaba muy buenas notas. Tanto que al terminar la carrera me planteé seriamente seguir estudiando en la UNED, pero cuando uno entra en la rueda del trabajo la cosa se complica y el tiempo no es suficiente, al menos lo fue en mi caso. Siendo muy joven visité Italia: Roma, Florencia, Pisa... Renacimiento puro y duro, maravilloso.
Grecia esperaba, año tras año.
Leyendo a los románticos y su fascinación por Grecia sentía la necesidad de visitar la cuna de nuestra civilización. Este año me quité la espinita clavada.
Atenas extraordinaria, Roma espectacular y Jerusalén impactante. Poco más que añadir. ¡Cuánta razón tuvo Stendhal!
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