Trump agradece en un vídeo “el increíble trabajo” de Abascal y le señala como su socio en España
Los principales dirigentes de la extrema derecha europea, con la italiana Meloni a la cabeza, muestran su respaldo total a Vox.
Miguel González. Madrid. 9.10.2022
El líder de Vox, Santiago Abascal, se ha desquitado este domingo de su caída en las encuestas y las disensiones internas en su partido recibiendo un aluvión de apoyos procedente de los principales dirigentes de la extrema derecha mundial, desde el expresidente estadounidense Donald Trump a la futura primera ministra italiana, Giorgia Meloni, el jefe del Gobierno húngaro, Viktor Orbán, o su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki. Los tres primeros le han enviado mensajes grabados, mientras que Morawiecki ha acudido personalmente a Viva 22, el festival anual de Vox.
La gran novedad ha sido el espaldarazo de Trump, que por primera vez ha señalado expresamente a Abascal como su socio en España, aunque el mensaje de mayor calado político ha sido el de Meloni, que en un largo discurso en castellano ha intentado dar la vuelta a su imagen de euroescéptica apelando al principio de subsidiariedad; y ha reclamado una Europa “más valiente” en el escenario internacional y menos intrusiva en los asuntos domésticos de sus miembros.
En un brevísimo mensaje grabado a bordo de su avión privado, Trump ha dado las gracias a Abascal “por el increíble trabajo que está haciendo”. “Todos estamos viviendo una situación singular”, ha añadido, “y debemos asegurarnos de proteger nuestras fronteras e impulsar una buena agenda conservadora”. “España es un gran país y queremos que lo siga siendo”, concluye el expresidente de EE UU antes de felicitar a Vox “por los extraordinarios mensajes que está defendiendo en España y en todo el mundo”.
Abascal le ha agradecido su respaldo, calificando a Trump de “adelantado en la lucha de las naciones soberanas y las fronteras seguras”. Sin mencionar los problemas legales del expresidente por llevarse documentos secretos de la Casa Blanca o alentar supuestamente el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021, ha asegurado que este “ha tenido que hacer frente al establishment más poderoso del mundo [sic] y padecer el ataque mediático más brutal”.
Antes de la difusión de la grabación de Trump, ha intervenido, también a distancia, el senador por Texas Ted Cruz, representante del ala más derechista del partido republicano, quien ha asegurado que hay una batalla entre la “élite globalista y la izquierda mundial y la comunidad conservadora”, y ha augurado que “una ola roja” (aludiendo al color de los republicanos) anegará el Congreso de EE UU tras las elecciones de medio mandato, el 8 de noviembre. “Vamos ganando y seguiremos ganando”, ha dicho.
El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se ha dirigido desde la pantalla a los asistentes al mitin de Vox para felicitarles por celebrar cada año una fiesta que “a los progres globalistas les provoca un infarto”. Orbán, a quien la UE ha retenido parte de los fondos comunitarios hasta que aborde reformas contra la corrupción, ha llamado a defender la soberanía de los Estados “frente a los burócratas de Bruselas” y a impedir que “millones de inmigrantes irregulares invadan” los países europeos. “El tren de Roma acaba de llegar a Bruselas”, ha añadido, aludiendo al triunfo de la ultraderechista italiana Giorgia Meloni, “y el tren de Madrid, liderado por mi amigo Santiago Abascal, saldrá pronto”. “Que Dios os bendiga a todos”, ha terminado.
Pero el mensaje más esperado ha sido el de la líder de Fratelli d’Italia. Meloni ha reclamado “una Europa pragmática”: [que actúe como] “el gigante político que hemos soñado en lugar del gigante burocrático que hemos padecido”. Apelando al “sentido común”, ha reclamado una UE “más valiente para responder a las grandes crisis y escenarios internacionales y un poco más humilde” para aspectos de la vida cotidiana que se podrían “tratar mejor a nivel nacional”. A pocos días de convertirse, con toda probabilidad, en primera ministra italiana, ha excusado su ausencia en Madrid alegando que no tiene “ni un minuto que perder” para afrontar los problemas de los italianos; entre los que ha mencionado, en primer lugar, la “agresión rusa “ a Ucrania y la “inaceptable” pretensión de Moscú de anexionarse regiones del país vecino, dejando claro su posicionamiento contra Putin, con el que han coqueteado, en cambio, sus socios de coalición Silvio Berlusconi y Matteo Salvini.
En un largo mensaje grabado en castellano, sentada a una mesa de despacho con una solitaria bandera italiana a su espalda, Meloni se ha presentado como una política “conservadora”, que encabezará un Gobierno “de centroderecha”, y ha hablado en un tono deliberadamente bajo y pausado, en contraposición a su discurso histriónico en la campaña electoral andaluza del pasado junio. Meloni ha defendido la introducción de un tope al precio del gas y ha pedido repensar el ritmo de la transición medioambiental y las cadenas de suministro para que Europa no se entregue “de pies y manos” a China.
Solo al final, la líder de Fratelli d’Italia ha abandonado su papel de mujer de Estado para recordar que, aunque tendrá que tratar con gobiernos “de diferente color político”, es la presidenta de los ultraconservadores en el Parlamento Europeo, cuyos socios gobiernan ya en Polonia y República Checa —Orbán no forma parte de su grupo— y en breve pueden llegar al poder en Italia, Suecia y Letonia. “Como espero que le suceda dentro de poco más de un año a Vox, que está haciendo un trabajo maravilloso e impresionante liderado por mi amigo Santiago Abascal”, ha dicho. “En Italia usan la alianza con Vox para definirnos como impresentables; y en España usan la alianza con Fratelli d`Italia para definiros como impresentables. Pero ¿realmente pueden ser movimientos políticos impresentables los apoyados por millones de ciudadanos? Obviamente no”, se ha respondido ella misma. “¡Viva Vox! ¡Viva Italia! ¡Viva España! ¡Viva la Europa de los patriotas!”, ha concluido.
El polaco Morawiecki, presente en la fiesta, ha hecho un discurso de defensa de las tradiciones frente a los “burócratas de Bruselas que creen que son ellos quienes están formando Europa” y están creando, en realidad, ha subrayado, “un monstruo transnacional sin valores”. “No podemos olvidarnos de que somos hijos de la civilización cristiana”, ha proclamado. Como primer ministro de un Gobierno frontalmente enfrentado a Rusia, al contario que Orbán, ha acusado a Europa de haberse dejado narcotizar por “el gas barato” de Moscú y se ha mostrado seguro de que “los ucranios van a ganar” con el apoyo de los países occidentales.
Abascal, reconfortado por el respaldo de sus aliados internacionales, les ha dado las gracias por “insuflar ánimo” a sus seguidores y se ha mostrado pletórico de “ilusión y esperanza” por el triunfo de Meloni. El líder de Vox ha aprovechado su discurso para presentar su programa España decide, que propone la celebración de consultas populares para endurecer la política frente a la inmigración o ilegalizar a los partidos independentistas. Aunque el artículo 92 de la Constitución solo permite convocar este tipo de referendos desde el Gobierno, y su resultado no es vinculante, para Abascal se trata de “recuperar la soberanía” y tener “más y mejor democracia”. Sin mencionarlo, ha dirigido un mensaje al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, cuando, tras asegurar que Vox está solo en defensa de estas posiciones, ha añadido: “Les espero con los brazos abiertos y les recibiremos emocionados el día que quieran defender a esta España”.
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