Quiero contarte una revelación que he tenido, me dice un amigo por whatsapp esta mañana. Pues habrá que esperar.
Coincide la epifanía con un adiós del que supe ayer, una amiga cruza el Rubicón y se despide de su trabajo. Todo lo que conviene sucede, dice el sabio refranero, y ya dar el paso de quemar las naves está a la altura de Armstrong, hay que tener mucho valor para hacerlo. Lo mío es envidia más que otra cosa, tantos años deseándolo y nada, aquí seguimos.
Jueves, mi día favorito de la semana que se acaba. Se acerca Halloween que dará la bienvenida al tiempo de espera hasta Navidad y los centros comerciales comienzan a frotarse las manos. Un buen momento para hacerse con regalos y huir de las hordas y las caravanas navideñas. En un tris nos plantamos en 2023, año incierto como estos últimos ¿postcovid?, energía a precio de sal antigua, un Putin desbocado vestido con el traje del emperador, la UE danzando como pollo sin cabeza, los ricos ojo avizor y los pobres igual que siempre. Todo cambia para seguir igual. Aquí y ahora la frase con la que Juan, mi socio muerto, acababa cualquier conversación, frío en Rusia y calor en Cuba; mmmm, aunque también tenía otra que nunca entendí: que cada cual haga de su culo un florero...
Ya sea en Rusia, Cuba o desnudos floreados, ¡a vivir que son dos días! (y ya estamos en el segundo).
Feliz jueves.
♫
Noel Harrison, *The windmills of your mind.
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