Tengo el día libre, sí, del todo, así que como tal me he levantado sin despertador -bueno, mis perras son el despertador los días de fiesta-, he ido al supermercado a comprar los ingredientes para una tarta de turrón, la primera que hago, y, después de cocinar un rato me he sentado en el sillón de la biblioteca a ver "La sonata del silencio", la serie de TV basada en la novela de Paloma Sánchez-Garnica, con mis perras durmiendo sobre la alfombra. He de reconocer que si una cosa se hace bien es España es este tipo de series, puro teatro. Una adaptación muy serie que nos transporta a la terrible España de posguerra, donde la vida era dura para mucha gente, donde las mujeres malvivían a la sobra de sus maridos, donde ser diferente era la perdición. Un magnífico retrato de aquella España que afortunadamente nada tiene que ver con la de ahora.
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