Por: Mikel López Iturriaga | 28 de mayo de 2013
http://blogs.elpais.com/el-comidista/2013/05/el-hombre-que-pinta-las-bolsas-del-sandwich-de-sus-hijos.html
Existen dos tipos de críos: los estándar y los
afortunados cuyos padres son hábiles con los lápices y les hacen dibujos
molones. Dentro de este segundo grupo también hay clases: están los que reciben
garabatos convencionales en papel, y luego los que se van al colegio con el
almuerzo ilustrado. Evan (15 años) y Kenny (14) LaFerriere son (¿los únicos?)
miembros de esta casta privilegiada, puesto que su padre, David, lleva cinco años pintando
cada día en las bolsas en las que les envuelve los sandwiches. La obra
bocadillera de este diseñador gráfico estadounidense se compone de más de 1.000
ilustraciones de peces, pájaros, monstruos, laberintos, robots, gusanos y toda
clase de criaturas maravillosas dibujadas con rotuladores indelebles de
colores. Todas se pueden admirar en su página de
Flickr, que al menos a mí me produce sentimientos encontrados: por un lado,
admiración y ternura, y por otro, envidia cochina por no haber tenido un David
LaFerriere en mi vida que me mandara todas las mañanas al cole con un bocata
personalizado.
A este buen hombre le han llamado "el
padre más guay de la historia", y no es para menos. ¿Cómo empezó
esta locura? "En mayo de 2008 trabajaba como diseñador para un periódico
local y quería arrancar las mañanas de una manera creativa", cuenta
LaFerriere por e-mail desde Attleboro, Massachusetts. "Intenté dibujar
directamente sobre el pan con colorante alimentario, pero me llevaba mucho
tiempo, y la superfície del pan es terrible para dibujar. Tengo un rotulador en
la cocina y un día intenté pintar con él directamente en la bolsa. No he parado
desde entonces". David comenzó a fotografiar las bolsas y a colgar
las fotos en Flickr por un motivo muy simple: al final acababan en la basura, y
necesitaba un registro gráfico para no repetirse. Era un juego entre él y sus
hijos, y no esperaba que las imágenes fueran a interesar a nadie. Pero poco a poco
fueron difundiéndose viralmente por internet, hasta que en 2009 le dedicaron una entrada
en el blog de Sharpie, la marca de rotuladores que usa. A partir de
entonces, la bola ha ido creciendo: tras múltiples apariciones en webs, medios impresos y televisiones,
sus fotos han pasado de tener 100.000 visitas en cuatro años a 600.000 en
un mes.Además de para conseguir trabajos como freelance, LaFerriere cree
que los dibujos probablemente hayan servido para que sus hijos coman más y
mejor. "Como padre, intento darles algo de la tierra en cada
comida, incluyendo el almuerzo. Ser constante con esto ha ayudado. Comen más
frutas y vegetales. Cada niño se lleva un bocadillo, zumo, fruta y un snack,
que suele ser yogur o una barra de granola". A Evan le gustan "el
jamón, el pavo o el atún con queso y lechuga", y su dibujo favorito es
"un Creeper,
del juego Minecraft". Kevin está enganchado al "sandwich de
mantequilla de cacahuete y jalea, desde el jardín de infancia", y "le
gustan los gusanos saliendo de los bocadillos". En el hipotético caso de
que David hubiera sido mi padre, a mí me habrían encantado los vegetales con monstruos peludos cocineros.LaFerriere está trabajando en
estos momentos en un libro que recoja toda esta creativa demostración de amor
hacia sus hijos. También habrá pósters, cuenta. Lo que no parece tan claro es
que se lleve a cabo la derivación más obvia, que sería fabricar envoltorios
decorados para sandwiches con sus ilustraciones. "Imprimir en
bolsas", asegura, "ha resultado ser una pesadilla técnica".
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