El 16 de julio del 2003, la Salsa quedó
edulcorada sin el azúcar de Celia Cruz, casi una década después de su
desaparición física, la Guarachera de América sigue presente en la memoria
musical de los salseros de todo el mundo y su trono sigue intacto e
irremplazable.
http://www.lanegrasalsa.com/index.php/internacional/3561-celia-cruz-9-anos-sin-iazucar
Libros, discos, musicales, documentales, conciertos,
calles y plazas con su nombre…de todas las formas posibles se ha recordado la
memoria de Celia Cruz a casi una década de su muerte. En Nueva York, inclusive,
el alcalde Michel Bloomberg abrió el Celia Cruz Bronx High School of Music el
mismo año de su desaparición física, en honor a la cantante cubana, y un año más
tarde le tocó el turno al Celia Cruz Park de Nueva Jersey, entre otros. Este año
fue elegida “Icono de la cultura americana” y el artista Rober Weingarten será
el creador de un retrato que se exhibirá en el Museo Nacional de Historia del
Smithsonian en Washintong, entre otros homenajes.
La salsa y la música afroamericana tiene
grandes representantes. Artistas que han dejado su gran legado al género que hoy
comercialmente conocemos como Salsa. Pero antes de que existiera este nombre
Celia Cruz ya era un símbolo que paseaba por medio mundo géneros como son,
guajira, guaracha, chachachá, guaguancó, pachanga, bolero, rumba cubana y toda
la amalgama de ritmos que hoy se han fusionado y se han englobado en un solo
nombre de cinco letras.
Celia Cruz, junto a Tito Puente, constituyeron la cara, la imagen de los ritmos caribeños en el mundo y se convirtieron en los más grandes embajadores universales de la Salsa. Tras su paso por La Sonora Matancera, la Fania All Stars, sus cinco Grammys, su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y todos los éxitos cosechados en toda una vida dedicada a la música caribeña, 9 años después de perder la batalla contra el cáncer y morir un 16 de julio del 2003 en su residencia en Fort Lee, Nueva Jersey, Celia sigue presente en la memoria de millones de seguidores en todo el mundo.
Dueña de una portentosa voz, de un carisma sin igual, de un estilo extravagante que marcaba tendencias, Celia fue durante sus 50 años de carrera una estrella difícil de imitar y en constante renovación. Podría describirse en cuestión de imagen como una Lady Gaga salsera con tacones imposible, peinados futuristas y un vestuario colorido y glamuroso que jamás pasaba desapercibido, inclusive, fue ella una de las primeras estrellas de la salsa que incursionó en el mundo del salsatón que tanto cantantes clásicos están imitando ahora. Desde “Burundanga”, “Guantanamera”, “Quimbara”, hasta “La vida es un Carnaval” y “La negra tiene tumbao”, Celia jamás se ancló en el pasado y supo estar presente hasta el último día que pisó un escenario.
Celia no fue una sonera porque su fuerte nunca fue la improvisación, ni la composición, ni destacó como instrumentista, pero su voz fue única e inimitable. Ahora el gran reto del género es encontrar una nueva voz que puede llenar el vacío de estos 9 años sin azúcar. Para bien de la música caribeña existen mujeres y cantantes de armas tomar que se han confesado grandes seguidoras de la Guarachera de Cuba y entre ellas destacan las puertorriqueñas Yolanda Rivera, La India, Choco Orta, entre otras cantanes boricuas, la venezolana Canelita Medina y su hija Trina, desde Cuba Xiomara Laugart (del grupo Yerba Buena, quien la encarnó en el Musical Celia), Haila, Yousy Bárbara Ruiz y muchas otras cubanas conocidas (y desconocidas para el gran público). Colombia tiene a su Mimi Ibarra, entre otras. Lamentamos no poder nombrar a otras mujeres que trabajan por el género, pero desde aquí damos las gracias porque la salsa también necesita voces femeninas que la representen. Celia, obviamente es insustituible, pero todas ellas han sido herederas de su legado. Sirva este pequeño artículo para recordar a la más grande de la Salsa, Celia Cruz (La Habana 1924-Fort Lee 2003) ¡Azúcar por siempre!.
Celia Cruz, junto a Tito Puente, constituyeron la cara, la imagen de los ritmos caribeños en el mundo y se convirtieron en los más grandes embajadores universales de la Salsa. Tras su paso por La Sonora Matancera, la Fania All Stars, sus cinco Grammys, su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood y todos los éxitos cosechados en toda una vida dedicada a la música caribeña, 9 años después de perder la batalla contra el cáncer y morir un 16 de julio del 2003 en su residencia en Fort Lee, Nueva Jersey, Celia sigue presente en la memoria de millones de seguidores en todo el mundo.
Dueña de una portentosa voz, de un carisma sin igual, de un estilo extravagante que marcaba tendencias, Celia fue durante sus 50 años de carrera una estrella difícil de imitar y en constante renovación. Podría describirse en cuestión de imagen como una Lady Gaga salsera con tacones imposible, peinados futuristas y un vestuario colorido y glamuroso que jamás pasaba desapercibido, inclusive, fue ella una de las primeras estrellas de la salsa que incursionó en el mundo del salsatón que tanto cantantes clásicos están imitando ahora. Desde “Burundanga”, “Guantanamera”, “Quimbara”, hasta “La vida es un Carnaval” y “La negra tiene tumbao”, Celia jamás se ancló en el pasado y supo estar presente hasta el último día que pisó un escenario.
Celia no fue una sonera porque su fuerte nunca fue la improvisación, ni la composición, ni destacó como instrumentista, pero su voz fue única e inimitable. Ahora el gran reto del género es encontrar una nueva voz que puede llenar el vacío de estos 9 años sin azúcar. Para bien de la música caribeña existen mujeres y cantantes de armas tomar que se han confesado grandes seguidoras de la Guarachera de Cuba y entre ellas destacan las puertorriqueñas Yolanda Rivera, La India, Choco Orta, entre otras cantanes boricuas, la venezolana Canelita Medina y su hija Trina, desde Cuba Xiomara Laugart (del grupo Yerba Buena, quien la encarnó en el Musical Celia), Haila, Yousy Bárbara Ruiz y muchas otras cubanas conocidas (y desconocidas para el gran público). Colombia tiene a su Mimi Ibarra, entre otras. Lamentamos no poder nombrar a otras mujeres que trabajan por el género, pero desde aquí damos las gracias porque la salsa también necesita voces femeninas que la representen. Celia, obviamente es insustituible, pero todas ellas han sido herederas de su legado. Sirva este pequeño artículo para recordar a la más grande de la Salsa, Celia Cruz (La Habana 1924-Fort Lee 2003) ¡Azúcar por siempre!.
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