Mucho cuento
El término tesorero está emparentado con tesoro.
http://elpais.com/elpais/2013/01/21/opinion/1358799129_593790.html
El término tesorero está emparentado con tesoro. Y la palabra tesoro evoca
cofres de madera repletos de rutilantes perlas y enterrados por inicuos piratas
en islas tropicales. Para ser exactos, actualmente suelen usar las Islas Caimán.
Por no llorar, he decidido leer la actualidad en clave de novelita barata de
kiosko. Como antes apunté, ésta podría ser una historia de corsarios. Pero
también una novela rosa: al parecer el señor Bárcenas ha puesto todas sus
posesiones terrenales a nombre de su mujer. Y yo me digo: ¡cáspita, qué amor tan
apasionado y encendido! Romeo y Julieta palidecen ante prueba tan grande de
financiera entrega.
Más entretenida aún es la novela negra inherente al caso. Qué misterio que un
tipo tan comprometedor, con 22 millones de euros en Suiza y amigos tan poco
recomendables, siga teniendo despacho y secretaria en el PP pese a haber
abandonado el partido en 2010. Resulta fácil imaginar una suculenta trama de
amenaza y chantajes mafiosos, y que cuando Rajoy dice “no me temblará la mano”,
es porque lo que le tiemblan son las piernas tras haber descubierto una
ensangrentada cabeza de caballo en su cama.
Pero el relato más logrado de este cúmulo de cuentos baratos es sin duda el
de terror. Miren con cuidado a ese hombre: ese pelo planchado hacia atrás, esa
cara durísima (me refiero a la dureza del gesto, además de lo otro), esa ropa
rica que él parece llevar como una enseña de poder o una armadura de desprecio
hacia los más pobres, que somos prácticamente el resto de los españoles, a ver
quien tiene tantos millones… No me digan que no es la nueva imagen del vampiro.
A mí me da más miedo este señor que los drogadictos de Las Barranquillas. Por
cierto, Bárcenas (22 millones) está en la calle, y Reboredo (84 euros de la
venta de dos papelinas) sigue en la cárcel. También es una novela kafkiana,
desde luego.
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