viernes, 25 de enero de 2013

LA BOMBA SUMERGIBLE


Otra vez vuelva estar en dique seco la bomba de fecales de nuestras casas. Ayer, al entrar en el garaje me dio un pálpito al no escuchar el lejano goteo que normalmente acompaña mi entrada. Abrí la trampilla de la fosa y allí estaba el nivel del agua más alto de lo normal, o lo que es lo mismo la motobomba parada completamente. Una tarde/ noche de trajín, sin resultados aparentes, y heme aquí yo esperando a colocar la que compré esta mañana con mi hacendoso amigo y vecino Óscar. Un paseo mañanero al Polígono de Güímar a compar una bomba sumergible trituradora nueva (hasta el nombre da miedo) y dejar la estropeada en el taller (foto). Repleto estaba el establecimiento de máquinas cortadoras de césped y aparatos algunos desconocidos por mi. Mientras rellenama con mis datos el formulario pensé ¡me gusta este trabajo! Lástima que de mecánica sepa tan poco. Quizá en otra vida... (¡Pero si yo no creo en la reencarnación!).

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