sábado, 16 de julio de 2011

NATACIÓN

El desafío final
Hoy sábado arrancan los Mundiales de Natación de Shanghai, el escenario elegido por Michael Phelps para iniciar la última epopeya de su carrera y por la federación española para comenzar un nuevo ciclo.
DIEGO TORRES - Shanghai - 15/07/2011

No hay país más propicio que China para invertir en obra pública ni burbuja inmobiliaria más hermosa que la de Shanghai. El Centro Deportivo de Oriente es una de esa obras futurista que van dando a la ciudad un perfil más impactante cada día. Desde este sábado, este gigantesco escenario que ha costado 200 millones de euros acogerá a los Mundiales de Natación de la FINA, peldaño imprescindible hacia los Juegos Olímpicos de Londres de 2012. Todo el que aspire a conseguir algo importante en las aguas de Londres se pondrá a prueba en las piscinas construidas junto al río Huangpu. Como es tradición, la 14 edición de los Mundiales se dividirá en cinco torneos paralelos de cinco disciplinas: natación, waterpolo, saltos, natación sincronizada y aguas abiertas. En total, 172 países y 2.220 atletas inscritos para repartirse 65 medallas de oro. Al frente de la congregación estará el estadounidense Michael Phelps resuelto a prolongar su reinado.
Phelps acumula 16 medallas olímpicas desde 2004. Con 26 años es un veterano en un deporte que penaliza como pocos el paso del tiempo. Pero él no deja de hacer cálculos. Cree que reúne la suficiente energía para convertirse en el hombre con más medallas olímpicas de la historia y aumentar su colección de oros en pruebas individuales (lleva 9) hasta consolidarse en un puesto inalcanzable en los siglos venideros. Para emprender la nueva campaña regresó a los entrenamientos hace un año. La familia, los negocios, los amigos, el golf, la vida que nunca pudo disfrutar durante su etapa de nadador en formación, hicieron que, después de los Juegos de Pekín, postergara el agua. Phelps empleará la cita de Shanghai como vía de lanzamiento hacia el que puede ser su último gran objetivo: el cierre de su carrera en Londres.
Según la federación estadounidense, Phelps ha borrado la carrera de 400 estilos de su programa y se ha concentrado en pruebas más rápidas: los 200 estilos, los 200 mariposa, los 100 mariposa, los 200 libres, los 100 libres y los relevos. Su plan, aunque menos exigente que otras veces, es un prodigio de versatilidad inalcanzable para la mayoría de los nadadores emergentes. Sólo Ryan Lochte, el virtuoso de Florida, parece reunir las condiciones necesarias para disputarle la corona.
Con objetivos más modestos que los de Phelps acude la delegación española. El director técnico de la federación, Luis Villanueva, que de hecho actúa como un interventor del Consejo Superior de Deportes, está decidido a transformar los paradigmas que han distinguido al equipo de carreras a lo largo de las últimas décadas. Inspirado en el discurso voluntarista de su asesor, el australiano Bill Sweetenham, ha formado un grupo reducido pero valioso, cribado en un sistema inflexible de clasificación por mínimas.
Responsable de una de las etapas más fructíferas de la natación australiana y exitoso refundador de la natación británica entre 2000 y 2006, Sweetenham es el gurú de los 'coaches'. Un profesional de los discursos de motivación que, durante el último año, ha agitado la conciencia de los nadadores y los técnicos españoles para sacarlos del ambiente funcionarial que ha marcado la tendencia. Sweetenham, perplejo ante lo que considera un excelente sistema de financiación, y admirado ante la infraestructura de piscinas, clubes, y centros de alto rendimiento, habla de "un gran talento" en estado latente que no ayuda a explicar los resultados mediocres de España en este deporte. Su mensaje hace hincapié en la actitud y en la convicción para transformar el espíritu competitivo del equipo hasta equipararlo a potencias tradicionales de nivel medio como Hungría o Francia. Quizás nadie ha sufrido las consecuencias de este cambio ideológico como Rafa Muñoz. El mariposista que en 2009 abanderó la delegación con dos medallas no logró hacer las marcas mínimas. Ante su aparente falta de interés por preparar el 100 mariposa, prueba que le podría consagrar en Londres 2012, Villanueva ha decidido marginarlo.
Al equipo de natación le quedan dos veteranos con mucho oficio: Aschwin Wildeboer, el espaldista, y Erika Villaecija, que ha encontrado estímulos nuevos en la alternancia de las pruebas de fondo en piscina con los 10 kilómetros de aguas abiertas.
Mireia Belmonte, es, finalmente, un maravilloso misterio. A sus 21 años, la chica de Badalona es un talento natural que hasta ahora ha sido incapaz de expresarse en situaciones de gran demanda. Mireia ha atravesado varios periodos de maduración, alternando exhibiciones brillantes con hundimientos a plomo, más relacionados con estados de angustia que con cuestiones técnicas. Su actuación en los Mundiales de piscina corta de diciembre, en Dubai, en donde dominó las pruebas de estilos, invitan a pensar en un asentamiento y, si consigue alcanzar las finales, en alguna proeza. A falta de referentes rotundos, en estos campeonatos Mireia es más necesaria para la natación española que la natación española para Mireia.

Las 10 finales imprescindibles
Guía rápida de los personajes y las disciplinas que marcarán los Mundiales.

Los Mundiales de Natación son un acontecimiento multidisciplinar que incluye pruebas de velocidad en piscina de 50 metros y en aguas abiertas (en este caso, en la playa de Jinshan, en el Océano Pacífico), un torneo de waterpolo, otro de natación sincronizada y otro de saltos ornamentales. Las finales se disputan hasta el 31 de julio, casi siempre sobre el mediodía en España. A continuación se ofrecen diez pistas para seguir la competición. Diez historias que que pueden marcar a la natación en el ciclo que se abre hasta los Juegos de Londres.
1. Dos contra dos. Si en las pruebas de velocidad los nadadores y los técnicos españoles se han comportado con timidez a la hora de enfrentar a las grandes potencias, en la natación sincronizada ha ocurrido todo lo contrario. A partir de unos recursos incipientes, el equipo español, liderado por la directora técnica Ana Tarrés, actúa con una desenvoltura intimidante. Sólo Rusia ha resistido a las exhibiciones de las chicas españolas en la última década. Las nadadoras rusas han sido un muro insalvable cada vez que se han interpuesto entre las españolas y las medallas de oro. Este verano el dúo de rutina libre formado por Andrea Fuentes y Ona Carbonell se han propuesto destronar al dúo de Natalia Ischenko y Svetlana Romashina. Parece un sueño desaforado pero así es como trabaja Ana Tarrés. La persecución llegará a su fin el próximo viernes 22.
2. Lolita de Ucrania. Las nadadoras españolas de sincronizada deberán esmerarse para no perder la segunda posición mundial por detrás de Rusia. Una chica de 19 años les pisa los talones al frente del equipo de Ucrania. Se llama Lolita Asananova, viene de arrasar durante años en las categorías juveniles, y está llamada a convertirse en una figura fundamental en este deporte, en la estela de Virginie Dedieu, Natalia Ischenko y Gemma Mengual. El miércoles 20 nadará el solo libre frente a Andrea Fuentes.
3. Ases del waterpolo. Las tres selecciones que se suban al podio en Shanghai conseguirán la clasificación automática para los Juegos de Londres sin pasar por el torneo específico. En el proceso, que se iniciará con la ronda de partidos de la madrugada del próximo lunes, se medirán los mejores equipos y los mejores jugadores de este deporte. Los 'messis' y los 'ronaldos' de las piscinas. Hombres como el serbio Vanja Udovicic, un jugador integral capaz de adueñarse del partido en los momentos de máxima ebullición, o su compatriota Filip Filipovic, elegido mejor jugador del mundo en 2009, cuando Serbia le ganó la final a España. En el cuadro español destaca la presencia de algunos de los jugadores más brillantes de este deporte: el centrocampista Willie Molina y su socio Xavi García.
4. La máquina voladora. Se llama Qiu Bo, es un adolescente, y desde que se impuso en los Juegos Olímpicos Juveniles del año pasado sus rivales saben que no tiene miedo a volar. Ha dominado las series mundiales de la FINA con pulso de acero a lo largo de toda la temporada en la plataforma de 10 metros. Lo ha hecho con una frialdad asombrosa hasta para los parámetros de la escuela china, prolífica en atletas hieráticos, regulares, precisos como robots, aparentemente infalibles. El británico Tom Daley, vigente campeón, y el australiano Matthew Mitchan, intentarán algo que parece imposible: ser más perfectos más veces en la final del domingo 24.
5. El español solitario. Los españoles son proclives a conquistar espacios casi desconocidos en el ámbito nacional. Santana en el tenis, Ballesteros en el golf, Alonso en la fórmula uno... y Javier Illana en el trampolín. En una aventura solitaria, el saltador de Madrid lleva codeándose con los ocho mejores del mundo desde hace años. Fue bronce en el Europeo de Budapest de 2010 y participó en tres finales en los Mundiales de Roma 2009. Su prueba más sólida son los saltos desde el trampolín de 3 metros. Para Shanghai tiene preparada una carta de alto riesgo: un triple mortal y medio inverso, valorado en 3,8 puntos. Lo intentará en la final del martes 19 de julio.
6. Agua dulce, agua salada. Son contados los casos en la historia de la natación. Casi nadie lo ha intentado y nadie ha logrado colgarse medallas en pruebas de aguas abiertas y de piscina. La española Erika Villaecija se ha planteado el reto de pelear por el oro en la carrera de 10 kilómetros en el Mar de la China Oriental, el martes 19, y en los 800 y los 1.500 en la piscina, el martes 26 y el sábado 30 respectivamente.
7. Park contra el poliuretano. El coreano Tae-hwan Park se ha propuesto batir el récord mundial de los 400 libres. El desafío está cargado de valores simbólicos. Los 400 libres son una distancia trillada por partida doble: primero por el australiano Ian Thorpe, uno de los mejores nadadores de todos los tiempos, que la convirtió en su prueba fetiche. Después, por los bañadores de plástico, que en 2009 ayudaron al alemán Paul Biedermann a superar las marcas siderales de Thorpe. Embutido en un bañador textil de Adidas, marca pionera en la tecnología que permitió a los nadadores deslizarse con menor esfuerzo en el agua, Thorpe consiguió un tiempo de 3m40,08s. Apoyado en una reluciente armadura de poliuretano, Biedermann le arrebató el récord por una centésima de segundo. Ahora Park se ha propuesto acabar con la era del poliuretano a pecho descubierto. La final será el domingo 24 de julio.
8. El chino atrevido. Durante casi nueve años, a lo largo de una serie de 60 carreras consecutivas, Michael Phelps, el mejor nadador de todos los tiempos, se impuso en los 200 metros mariposa. El rey siempre encontró dificultades que superó con mayor o menor facilidad. Siempre, a excepción de los 200 mariposa. En esta carrera, gracias a su morfología, a su preparación, y a su técnica, Phelps se sintió como en casa. Imbatido desde los 16 años. Hasta que esta primavera apareció un chino atrevido, de nombre Wu Peng, y le ganó dos veces. Primero en el Grand Prix de Michigan. Después en Charlotte. Ante su propio público, Phelps debió asumir su vulnerabilidad. La evidencia de que los largos meses que dedicó a la holganza, a evadirse de las piscinas, le pasaron factura en el ejercicio que mejor dominaba de todos. El culpable, Wu Peng, era un chico de 24 años, no muy alto para ser nadador (1,80), que se inició en la natación para controlar el peso y estuvo a punto de ganar un bronce en los Juegos de 2008. Quedó cuarto en la final de 200, uno más entre los rezagados que siguieron a Phelps en su epopeya solitaria. Ahora Wu Peng quiere ser campeón a costa de un Phelps que se debate por recuperar su excelencia. La final de los 200 mariposa será el miércoles 27.
9. La gran carrera Probablemente ninguna carrera del Mundial reunirá a nadadores de más categoría que la final de los 200 estilos del jueves 28. Salvo accidentes, la cita debería hacer coincidir a Michael Phelps, dominador absoluto de las pruebas de estilos desde 2003, a Ryan Lochte, el mejor nadador del equipo americano en 2010, y a Lazlo Cseh, el mejor nadador europeo de la década.
10. La sombra del dopaje. Los sorprendentes resultados de la natación brasileña en los últimos años quedaron en entredicho cuando César Cielo, el plusmarquista mundial de 100 libre, dio positivo por un diurético prohibido por la WADA junto con otros tres nadadores brasileños. El caso abrió un conflicto entre la federación internacional (FINA) y la confederación brasileña de deportes acuáticos. Cielo comparecerá ante el Tribunal de Arbitraje Internacional del Deporte, que le recibirá en Shanghai la semana que viene para atender la apelación de la FINA pidiendo su suspensión. En caso de luz verde, Cielo se medirá con Phelps, que ha incursionado en los 100 libre. Phelps, que no es un velocista natural, pretende desarrollar esta faceta para cerrar su historia olímpica con un oro emblemático en los Juegos de 2012. Phelps es un mito muy mitómano. Sueña con inscribir su nombre junto a los legendarios campeones olímpicos de los 100 libre: Pieter van den Hoogenband, Alexander Popov, Matt Biondi, Mark Spitz, Don Schollander, Jhonny Weissmuller o Duke Kahanamoku. La tarea comienza en Shanghai. La final es el jueves 28.

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