Este fin de semana, con amigos en casa para conocerla de primera mano, poco con tanto con el mundo exterior he tenido, salvo ayer visita a nuestra amiga I, con la que almorzamos en Las Palmas, y poco más. tenis en la teledelmago de casa, eso por descontado. ¡Alcaraz, para nosotros tú has ganado!
Hoy, lunes, día de fiesta en mi municipio profesional, duermo un poco más de lo normal y me preparo para empezar la jornada, comenzando por un presupuesto y la continuación de un proyecto campestre.
Dos días de desconexión política para saber hoy que en Ucrania y Gaza aparentemente no cambia nada, que en Venezuela la cuerda se tensa más y ¡oh sorpresa! ha habido disturbios xenófobos en en Reino Unido, lo nunca visto. Tras casi 15 años de gobierno conservador, ganan los laboristas y comienzan las protestas antiinmigración. Más de lo mismo, todo está escrito. Una pena, como siempre.
El peligroso populismo se extiende como mancha de aceite de manera imparable. Mancha que llega ha llegado hasta las Olimpiadas, donde parte de nuestros políticos insignia, que no insignes políticos, han dejado su pertinente comentario reaccionario, impertinente donde los haya.
Y así pasa el verano, entre calor y calima, almuerzos y cenas con amigos, sushi y comida libanesa, pirañas y puñaladas, ahijadas y ahijados, problemas que se van solucionando, libros y planes, muchos planes.
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