Aoraki/ Mount Cook.
Milford Sound.
CON EDMUND HILLARY
Esto se acaba, ésta sería nuestra penúltima etapa del viaje, entrábamos en tiempo de descuento.
Si el abuelo Víctor fue picador en la mina, el mío fue "excursionista", así lo recuerdo, vestido con pantalones de pana marrón por debajo de la rodilla, calcetines gruesos de lana roja, que por cierto heredé y aún conservo, la mochila de cuero ajada y un bastón con punta de hierro. Cada fin de semana se despedía de mi abuela y se echaba al monte con los compañeros, regresando al día siguiente. De mi abuelo heredé también su amor por la montaña y encontrarme en los paisajes de esta etapa del viaje me sobrecogía.
En esta ocasión decidimos no ir visitar Milford Sound pues ya habíamos estado allí, crucero por el fiordo incluido, y no precisamente por no merecer una segunda visita, que sí (y una tercera y cuarta...) sino encaminarnos al Monte Cook, Aoraki, visitarlo en la medida de lo posible y cruzar por ese paso los Alpes Neozelandeses en nuestro camino a Christchurch una vez disfrutada Queenstown.
Pero no nos adelantemos, escribía sobre la visita al monte Aoraki y he aquí lo acontecido.
La visita al Parque Nacional de Aoraki/ Mount Cook fue fantástica, el recorrido estaba lleno de paisajes espectaculares, nada nuevo o todo, montañas con nieves perpetuas, lagos, naturaleza salvaje. Patrimonio de la UNESCO bajo el nombre de Te Wahipounamu, cuenta con algo más de 700km², de los cuales el 40% son glaciares, incluyendo el Glacias Tasman. De los más de veinte picos de Nueva Zelanda con más de 3000m, todos, salvo el Mount Aspiring, se encuentran en este parque. El monte Aoraki/Mount Cook es el más alto con 3.753m.
Dato curioso: las montañas de los Alpes del Sur son muy jóvenes, menos de diez millones de años, y aumentan unos 50cm en cada siglo (Wikipedia dixit).
Tras el paseo por carretera llegamos al visitor center donde nos esperaba una exposición a la mayor gloria de Hillary, el alpinista neozelandés orgullo patrio que el 29 de mayo de 1953 logró, junto al sherpa Norgay, llega a la cima del Everest. Anteriormente, en 1948, había alcanzado la cima del Monte Cook. además de alpinista y explorador fue un reconocido filántropo, dedicando gran parte de su vida a ayudar al pueblo sherpa de Nepal a través de una fundación a la que dedicó sus energías, construyendo escuelas y hospitales en las remotas regiones del Himalaya. En 2008, el aeropuerto de Lukla, en las proximidades del Everest, fue renombrado Aeropuerto Tenzing-Hillary.
La exposición nos mostraba, entre otras cosas, una cabaña de montaña tal y como la encontraban los montañeros de aquellos años, su ropa y enseres, trineos, etc.
Toda la visita al Parque, la carretera de acceso y el paisaje que nos encontramos al abandonarlo, incluida la pequeña iglesia histórica con ventanal abierto al paisaje tras su altar, sumó otra de las grandes experiencias de este viaje y aún me emociono al escribirlo. tanta belleza natural me devuelve la poca fe que me queda en que esta civilización nuestra va a perdurar a pesar de todo (y de todos).
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