Olivia Newton-John, *Twist of fate.
(Stranger Things, Sountrack)
Llevo varios días sin escribir, no había encontrado el momento. Han sido unas semanas diferentes por muchas cosas: muerte, un cura cursi, calor, minivacaciones, Simple Mind, un apereitivo gourmet, visitas de obras, alguna majadería, familia, amigos y hasta un triunfo inesperado; una bofetada sin manos de esas que sientan de maravilla.
Agosto es un mes extraño. Lo es porque nunca estoy de vacaciones, el ritmo de trabajo es otro, parece que hay menos gente en la calle.
Recibo anoche un whassap de una amiga con el texto: "otra que coge el tren demasiado pronto". Sumé 2+2 y escribí ¿quién ha muerto? Y en ese momento me enteré de la muerte de Olivia Newton-John, quien formó parte de nuestra juventud. Maldito cáncer.
El calor parece no irse nunca, al menos aquel al que no estamos acostumbrados por persistente, por elevado. Este verano he roto mi norma de no subirme a la moto sin la chaqueta correspondiente, aunque nos estemos derritiendo. Me ha dado más miedo un golpe de calor que otro golpe.
Y así pasa la vida, divertidos viendo cómo Ayuso dinamita el PP desde dentro con sus cohetes marca ACME y el país se vuelve tarumba ante la obviedad del ahorro de energía que más parece el famoso sketch de Martes y Trece.
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