Hay momentos en donde uno debe elegir entre lo correcto y lo contrario. No siempre es fácil porque raras veces la verdad es transparente, pero aún siendo difícil creo que se debe seguir el instinto; se debe escoger bien las batallas pues a veces es mejor tener tranquilidad que tener razón.
Algo así me sucedió esta mañana, se me presentó un dilema y tuve que escoger entre decir lo que pensaba o escurrir el bulto. Aún creyendo que hice lo correcto me quedé con una sensación de desasosiego que aún no se me ha pasado.
Por si quedaba alguna duda escogí la primera opción.
Por si quedaba alguna duda escogí la primera opción.
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